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DÍA DE LA MADRE

Adopción: maternidad de corazón
La vida no siempre tiene el camino escrito y las expectativas cambian, modificándose indiscutiblemente con el paso de los años. La adopción bien podría ser esa vuelta en el camino a ser madre. La maternidad del corazón es aquella que nacida del deseo inmenso de generar vida, se entrega a una personita que no comparte su sangre, pero sí su latido.
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DÍA DE LA MADRE

ADOPCIÓN: FORTALEZA GIGANTE

Cuando vi a mi hija por primera vez supe que ella era mía, era yo, que éramos nosotras, unidas por un lazo poderoso. Un vínculo nacido del embarazo y que durante nueve meses pudimos cultivar. Ella, físicamente con su dependencia hacia mí, y yo emocionalmente, con la ilusión que significaba tenerla allí.

Un sueño cumplido, quizá, un inesperado giro en mi vida, seguro que sí. Ella significó la evidencia de la creación en mi cuerpo. Sin embargo, una idea no dejó de estar presente, la interrogante de saber cómo sería la vida si mi maternidad no hubiese sido biológica sino espiritual mediante la adopción.

Con los años de crianza pensé se esfumaría esa interrogante, pero no ha sido así. Una necesidad diferente aún existe. Una maternidad que no es biológica, sino emocional desde sus raíces. La naturaleza de la adopción cada día se torna distinta; no solo personas que no pueden concebir buscar adoptar, sino todo lo contrario.

Y la explicación a esto sin duda la encuentro en la motivación absolutamente diferente que impulsa a una mujer a adoptar. El proceso agotador que significa, la espera, la angustia por no saber si se logrará, ignorar cuándo llegará exactamente el niño o niña... Vaivenes emocionales y burocráticos que podrían debilitar su determinación, pero en la mayoría no es así.

La fuerza de una madre adoptiva debe ser gigante, tanto como para resistir el embate, como para anidar en su corazón la esperanza y fe en el proceso. La recompensa es la felicidad de tener ese vínculo único que es la maternidad. Cuidar a ese ser que depende de ti, de tu mirada, de tus abrazos y de ese corazón que lo eligió sin importar la sangre.

La adopción es un acto de amor, valentía y fe que agranda el corazón llenándolo de fortaleza... Capturando una vida indefensa para darle todo lo mejor, para intentar borrar ese vínculo perdido con su madre biológica. Si bien no todo en la adopción es perfecto, hay piedras que sortear y obstáculos emocionales que derribar, pero, ¿qué relación madre e hijo no tiene dificultad?

Generalmente la parte más complicada de adaptación es que podría haber un rechazo natural del niño, sobre todo cuando es mayor de tres años, porque la imagen femenina es asociada inconscientemente con el abandono de su madre biológica. El soporte psicológico desde el inicio es muy importante para sobrellevar los retos que la adopción también supone tanto para el niño como para los padres.

MADRES ADOPTIVAS FAMOSAS

No es casualidad que veamos en los medios cada vez con más frecuencia la adopción como un tema recurrente. Las estrellas de Hollywood han optado por esta maternidad con mucha naturalidad. Muchas mujeres, en Hollywood y fuera de allí, postergan el ser madres por priorizar su desarrollo profesional, dejando de lado el relojito biológico que no detiene su marcha.

Es en este universo que la adopción ha resultado una opción para las actrices más destacadas de Hollywood. La última en unirse a esta larga lista es la ganadora del Oscar Sandra Bullock, justamente por la película The Blind Side en la que interpreta a una madre adoptiva de un adolescente afroamericano huérfano. En la vida real llegó el pequeño Louis.

La diferencia racial no es un impedimento para que las madres de corazón encuentren a sus hijos y los identifiquen como suyos, y es que el corazón no distingue de color de piel, ni de cultura, ni ve con los ojos que solemos ver. Louis es un hermoso bebé afroamericano, y qué duda cabe que será feliz con Sandra Bullock o con cualquier mujer que hubiera decidido amarlo.

Y ese es el secreto con la adopción: es una decisión, no una simple emoción, y el amor más fuerte es aquel que se fundamente en raíces sólidas.  

Meg Ryan es madre de Daisy, una niña que viajó desde China para conocer a su madre. Encontró a su segunda hija en el lejano Oriente.

Michelle Pfeifer adoptó siendo soltera a Claudia, una niña afroamericana que llegó a su vida poco antes de tener un hijo biológico, completando así su maternidad, de corazón primero y de cuerpo después. Una hermosa combinación.

Una mujer que también decidió acoplar ambas maternidades en un solo corazón es Nicole Kidman, quien junto a su ex esposo Tom Cruise, adoptó a Connor e Isabella, hoy de 15 y 17 años. Posteriormente llegaría su hija bilógica Sunday Rose.

La estrella del pop Madonna adoptó a dos pequeños huérfanos de Malawi, Mercy y David Wanda. Tras algunas controversias legales logró llevar a casa a sus hijos, quienes comparten el hogar con sus hermanos Rocco y Lourdes, hijos biológicos de la cantante.

Si existe una mujer que ha llevado la adopción a una realidad poco vista antes por su compromiso no solo con el bebé adoptado sino con su país de origen es, sin duda, Angelina Jolie. Maddox, hoy de 8 años, es camboyano, después vendrían Pax Thien, procedente de Vietnam y la hermosa Zahora, de Etiopía.

Junto a Brad Pitt ha construido una numerosa familia en la que la cantidad de hijos adoptados y biológicos es la misma, sumando seis hijos multirraciales que viajan con ellos por todo el mundo, ya que ambos son activistas sociales y humanitarios.

Si existe una adopción polémica en Hollywood es la de Mia Farrow: tenía cuatro hijos biológicos cuando decidió adoptar a 11 niños de diferentes edades y razas. Una de ellas era la nena coreana Soon-Yi de 8 años, quien acabaría teniendo una relación con la ex pareja de Mia Farrow, el director de cine Woody Allen.

Actualmente comparten un matrimonio de 13 años y han adoptado a dos niños. Un escándalo que evidenció que la adopción no está exenta de dificultades mayores, ya que es muy posible que la joven Soon-Yi no haya tenido empatía e identificación con la figura materna que Mia Farrow debió representar.

No basta con adoptar para que la familia sea integrada, hay que trabajar un nexo que no es natural, sobre todo cuando los niños no son bebés. Es más complicado porque vienen con una carga emocional y un mundo de experiencias vividas, y generalmente han experimentado situaciones dolorosas de abandono que los marcan para siempre.

Hace falta mucha paciencia y amor para superar los embates de una primera infancia violentada por el rechazo o muerte de la madre biológica. Es por ello y mucho más que en este Día de la Madre quisimos recordar a las mujeres valientes que deciden convertirse en madres de corazón. Madres que con cariño, dedicación y esperanza construyen universos infinitos de amor para sus hijos. 

OTRO DATO

En este enlace encontrará toda la información sobre el proceso de adopción en Perú.
Adoptar.blogspot.com

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