Miley Cyrus en picada

Para una persona común y corriente, la adolescencia es una etapa difícil, de muchos cambios, de lucha por una mayor independencia y el inicio de una transformación personal y sicológica que lo marcarán de por vida. Pero si a ello le agregamos la enorme presión de los medios de comunicación y estar bajo la atenta mirada de millones de personas sobre qué es lo que haces y cómo lo haces, la experiencia puede ser traumática. Sino que lo diga Britney Spears.

Miley Cyrus está en esa etapa. La mega estrella del imperio Disney, quiere dejar atrás su imagen de niña buena e inmaculada que encandiló a millones con su papel de Hannah Montana y pasar a convertirse en toda una mujer… ¡de 17 años!

Ella asegura que no tiene la intención de repetir los excesos de la princesa del pop, que cayó en las redes de la droga, las juergas y el alcohol, pero sí ha copiado la estrategia de despojarse de algunas prendas para demostrar sus tan escondidas curvas.

En sus últimas presentaciones musicales en Estados Unidos y Europa, Cyrus ha apostado por pequeños atuendos que revelan más carne de lo acostumbrado de la novia de América y ejemplo vivo de los valores conservadores de la transnacional Disney.

En uno de sus conciertos, incluso, la prensa reveló fotos donde se observa que Miley se “olvidó” de ponerse ropa interior y hasta llegó a besar a una de sus bailarinas, desatando el escándalo.

La nueva estrategia de Cyrus viene a la par también de la presentación de su último disco Can´t be tamed, que explora nuevos sonidos, más rockero y menos popero que sus anteriores placas.

Miley, además, ha anunciado la muerte de Hannah Montana, el papel que la llevó a la fama mundial y cuya cuarta y última temporada comenzó estos días y se extenderá hasta enero del 2011.

Cyrus ha dicho que es momento de dejar atrás una etapa maravillosa de su vida y comenzar nuevos retos que no tengan nada que ver con la televisión, esa caja boba en la que no puede explotar sus dotes histriónicas. En el cine, se siente más segura.

“Estoy feliz, cinco años con Hannah Montana fueron suficientes”, señaló Cyrus a un programa de televisión estadounidense, sorprendiendo a sus millones de fanáticos que veían entre Miley y Hannah una perfecta simbiosis y armonía.

En una entrevista con Access Hollywood, Cyrus dijo que por más que la gente cree que Hannah Montana era muy influyente en sus fans, era la propia cantante la que inspiró a sus fans a perseguir sus sueños.

“La gente puede decir: ‘Oh, está dejando atrás a Hannah Montana’, pero era yo despertando. Eran mi moral, mis canciones, mi inspiración. Era yo quien decía a las chicas que vivan sus sueños, no Hannah Montana”, señaló la intérprete, en el mayor intento por despojarse del personaje que la convirtió en un ícono para millones de niñas.

REPOSICIONARSE EN EL MERCADO

Ciertamente Miley ya no es la niña de 12 años que comenzó a dar vida a Hannah Montana en los estudios Disney. Ella siente que ha madurado y que es hora de demostrar al mundo su verdadera personalidad y potencial.

Lo más preocupante del asunto –en especial para la gente que maneja su carrera– es que este cambio significa también reposicionar a Miley Cyrus hacia una nueva audiencia, de jóvenes adultos, ávidos de fiestas, automóviles, y por qué no, la universidad.

El problema de Miley es que aún le falta mucho para llegar a la mayoría de edad –21 años en Estados Unidos– por lo que se siente parametrada por ciertas normas y un jugoso contrato con Disney que es, al final de cuentas, la compañía que lleva a su estrella a respetar una imagen de inocencia virginal de la que ella está harta.

De allí que en un ánimo de rebeldía coquetee con su sexualidad, para la protesta de sus millones de fans –y sus padres que son los que sueltan el dinero para comprar algún disco de la cantante– que no quieren ver en su estrella a otra Britney Spears o Lindsay Lohan.

Una muestra de que sus admiradores no están listos para una Miley más madura y sexual son las cifras de su último disco que son, por decirlo menos, decepcionantes.

Can’t be tamed se desplomó del puesto 3 al 9 en la lista Billboard en dos semanas, mientras el disco vendió solo 135,000 copias en los primeros 15 días, mientras que sus placas anteriores colocaban 534,000 (Breakout), 225,000 (The Hannah Montana: The Movie Soundtrack) y 215,000 (The Time of Our Lives).

Dejar atrás a Hannah Montana también le reportará serias consecuencias. Se calcula que en su última temporada supere las 200 millones de personas en audiencia, todo un récord para un programa infantil. Al renunciar al show también renunciará a sus jugosas ganancias, que según cálculos de la revista Forbes superan los US$ 700 millones en estos cinco años.

Hannah Montana mueve toda una mega industria en lo que respecta a la venta de discos, merchandising, giras y derechos de imagen, que ha hecho que Cyrus acumule una fortuna de US$ 1,000 millones a sus cortos 17 años. Es sin dudas, la adolescente más poderosa de la industria del entrenamiento en el mundo.

La nueva jugada de Miley Cirus conlleva un enorme riego, pero ella asegura estar lista. La pregunta que se hacen todos es si el público estará preparado para adorarla ya sin la peluca de Hannah y en la vida real. Tremenda tarea dejar atrás el perfecto mundo de la fantasía… aunque todavía tenemos a Selena Gómez, ¿cierto?