Viernes 26 de abril 2024 | Contáctenos
Quién no recuerda a esa chica linda y dulce que se ganó el cariño de los televidentes en varias películas de Disney, una niña tan angelical que nadie podría pensar terminaría adicta a las metanfetaminas, opiáceos y al alcohol, entre otras drogas.
La vida desenfrenada de Lindsay tiene ya varios años. Primero fueron las fiestas hasta altas horas de la madrugada, la asistencia asidua a no muy reputadas discotecas de Los Ángeles, para seguir con el consumo excesivo de alcohol y terminar con lamentables apariciones en “ampays” de la televisión norteamericana.
La punta del iceberg se evidenció el pasado 20 de julio, cuando Lohan se entregó a las autoridades de California para iniciar su condena por violación de su libertad condicional, al no asistir a sus clases semanales de educación contra el alcoholismo. Recordemos que esto fue uno de los requisitos para mantener su libertad, luego que fuera detenida mientras conducía su auto en estado de ebriedad.
La violación de este pedido hizo que el pasado 6 de julio la jueza Marsha Revel sentenciara a Lohan a pasar 90 días en el centro penitenciario Century Regional Detention Facility en Lynwood, California, con la posibilidad de aminorar la pena por buena conducta.
En efecto, el comportamiento de Lohan ha sido ejemplar estos días por lo que el Condado aprobó su traslado. Inicialmente se tenía pactado que fuera llevada al centro de rehabilitación Morningside Recovery del Condado Orange, pero ante la preocupación por la presunta inseguridad de la instalación se optó por cambiar de lugar.
En el Centro Médico de la Universidad de California-Los Ángeles, Lohan será vigilada al extremo y en caso viole alguna de las reglas de la institución se notificará inmediatamente al tribunal para que sea llevada nuevamente a la cárcel. La idea es que la joven actriz se rehabilite en todos los sentidos y no caiga nuevamente en las garras de las drogas.
Otra medida para ayudarla en su rehabilitación es que Lohan se someta a pruebas de detección de drogas hasta agosto del año 2011, sin aviso previo. Todo sea para que la dulce “Lilo” –como le dicen cariñosamente a Lohan sus familiares y amigos- supere su adicción y vuelva a ser la joven alegre y talentosa que conquistó a los americanos.
DIAS DIFÍCILES
Según ha trascendido en los medios, “Lilo” ha pasado días muy difíciles durante su corta estadía en el centro de reclusión. Algunas reclusas que coincidentemente salieron días antes que ella, comentaron a los medios que Lohan lloraba todas las noches y algunas de las presas se burlaban de ella calificándola de mujer fácil y cuestionando su orientación sexual.
En el centro, las celdas son frías y malolientes, el aire acondicionado funciona de manera deficiente y las comidas son buenas pero repetitivas. Los medios han informado que la actriz se mantuvo tranquila los primeros días, pero el encierro terminó por generarle una crisis nerviosa por lo que tuvo que ser aislada de las demás reclusas.
Felizmente, estos días ya pasaron y hoy Lindsay tiene una nueva oportunidad para remediar los errores cometidos, cambiar de vida y orientarla a un trabajo de calidad que no se base en escándalos. Esperemos que así sea, considerando todo el apoyo que ha recibido de sus familiares, amigos y fans, quienes no han dejado de visitarla y animarla en sus momentos de reclusión.