Jueves 18 de abril 2024 | Contáctenos
En diálogo con El Comercio horas después del buen partido en que Perú venció a Canadá por 2-0, el seleccionador Sergio Markarián hizo un llamado para que los hinchas peruanos tomasen con calma el triunfo que marca el inicio de la era Markarián.
“Les pido que tomen con calma todo: las victorias y las derrotas. Las victorias y las buenas actuaciones sirven para seguir trabajando y para pensar con optimismo. Las derrotas también sirven para aprender. Así que tomemos las cosas con calma”, dijo el ‘Mago’.
Este llamado a la sensatez de los aficionados peruanos da una idea de la lucidez y el profesionalismo con que está dispuesto a trabajar el experimentado estratega uruguayo, y de las consecuencias positivas que podría traer al devaluado fútbol peruano si los hinchas le permiten actuar con libertad.
Pero no solo los hinchas, sino también los periodistas, porque son estos quienes, ante una victoria, endiosan a los jugadores y venden la idea de que la selección está en condiciones de ganarle a cualquiera. A nadie le viene mal un poco de fe y alegría, pero ¿qué pasa cuando después toca una derrota?
Entonces, los excelentes jugadores de la blanquirroja pasan a convertirse en peloteros borrachines o seres humanos carentes de personalidad. ¿Y qué sucede con el hincha que creyó que su selección podía jugar de igual a igual con Brasil o Argentina? Se llena de frustración e ira, que descarga contra la selección en el próximo partido. Todo un círculo vicioso.
Markarián debió hacer un llamado similar a los periodistas. Ni cuando ganamos somos los mejores ni cuando perdemos somos los peores. El equipo peruano quedó último en las eliminatorias para Sudáfrica. Si el Perú no posee la peor selección de Sudamérica, por lo menos pelea ese lugar con Venezuela y Bolivia.
¿Puede Perú luchar la clasificación a Brasil 2014? Sí. Cuenta con buenos jugadores y otros que, sin ser demasiado buenos, están aptos para integrar la selección sin desentonar. Pero no va a golear a nadie ni a clasificar en primero, segundo o tercer lugar.
Si quiere clasificar, Perú va a tener que sufrir. Obtendrá victorias y también derrotas, y es en estas donde los hinchas y el periodismo deben apelar a eso que ha pedido Markarián: calma. Calma y mesura en el elogio, pero también en la crítica.
Markarián es un técnico que no solo está en condiciones de llevar al Perú a la Copa Mundial 2014. Markarián posee los conocimientos futbolísticos, un método de trabajo casi maniático y la suficiente experiencia para echar las bases que sirvan para sacar adelante al fútbol peruano de manera integral, definitivamente.
Solo hay que dejarlo trabajar. Como dice el ‘Mago’ con envidiable lucidez: las derrotas sirven para aprender. No solo en el fútbol.