Acuarela de amor

Brasil fue el país pionero en incluir la risa en sus melodramas, matizando la habitual tragedia con pinceladas de chispa e ingenio. Acuarela de amor es un ejemplo de esta simbiosis perfecta que la producción brasileña desarrolló. Una divertida comedia que no deja de tener elementos de desamor y engaños, pero con una justa dosis de jocosas aventuras. Un éxito más de la Red O Globo TV.

Siendo su título original en portugués Caras & Bocas, se emitió en Brasil hasta el 8 de enero de este año, conquistando al público con una propuesta fresca y dinámica.

Con 232 capítulos llega al Perú desde esta semana vía ATV Acuarela de amor, escrita por Walcyr Carrasco y dirigida por Jorge Fernando. Sus protagonistas son Flávia Alessandra en el papel de Dafne Bastos Conti y Malvino Salvador en el de Gabriel Batista da Silva.

UNA HILARANTE PROPUESTA

Cuando una hija quiere reunir a sus padres, dicen, el universo suele conspirar para que todo sea posible y el amor se vuela a encontrar. En esta frase podríamos resumir la trama de esta novela. Una hija, unos padres distanciados por las circunstancias y todas las peripecias que ella es capaz de atravesar para unirlos nuevamente.

Dafne y Gabriel son dos jóvenes muy distintos, clases sociales opuestas: ella es rica, él es pobre, el clásico dilema de la telenovela, pero tienen en común el amor por la pintura, por el arte. El abuelo de Dafne, Jacques, se opone ferozmente a la relación; cree que Gabriel es un interesado y vividor.

La separación es un hecho innegable, pero el destino, que siempre juega en contra del amor protagónico permite que Dafne quede embarazada antes de que Gabriel viaje a Londres a estudiar, y pueda saberlo. Él soñaba con tener una gran carrera en el arte, ella quería una galería donde pudiera mostrar el talento de otros.

Quince años pasan hasta el punto en el que su hija necesita saber quién es su padre, se encuentran, y la historia la retoman cuando el abuelo de Dafne muere y es imprescindible que se defina quién tomará el mando de la empresa. El único requisito que el abuelo pone es que Dafne estuviera casada.

Una triquiñuela que le da la pimienta y el ají al desarrollo de la historia, acompañados por personajes hilarantes y entretenidos que harán de su desencuentro una oportunidad para retar al destino una y otra vez, con los enredos que ahora surgirán con sus nuevas parejas.

Jamás se enteró Gabriel de la existencia de su hija porque las cartas que Dafne le escribía eran interceptadas por la villana de la historia, la esposa del abuelo Jacques, Lea, y así la maldad se impuso en el camino del afecto de esta familia que aún no se consagra.

Una opción para las 10 de la noche, un espacio para relajarse y distraerse después de un día de trabajo complicado, sin escenas crudas o morbosos tiros de cámara, Acuarela de amor está dispuesta a entretener a todo su público. Desde un mono que pinta maravillosamente arte abstracto hasta unos adolescentes empeñados en cambiar el destino. Nada pierde con darle una mirada entre tanto drama y malas noticias.