LA CHIQUITITA DE ARGENTINA
Romina Yankelevich era dueña de una sonrisa contagiante y sincera, conquistó a los niños y adolescentes de muchos países con el personaje de Belén Fraga, la directora de un hogar de huérfanos que trataba de hacerles la vida más ligera y menos dolorosa en Chiquititas. Poseía un carisma especial que trascendía las pantallas de televisión, se conectaba con la simplicidad que la caracterizaba. La telenovela duró ocho temporadas, desde 1995 al 2001, alcanzando el éxito total.
Música, bailes, entusiasmo, Romina supo imprimirle a su personaje la picardía que se requería para no hacer de la historia un melodrama, sin erradicar la sensibilidad de su trama. Un toque de magia y color que permitieron hacer de ella y su carrera televisiva una gran promesa, que lamentablemente se perdió el pasado 28 de setiembre en un gimnasio en Argentina.
Sufrió un paro cardiaco al parecer producido por un aneurisma que no le permitió a los médicos del hospital Central de San Isidro hacer nada por ella. Tras 50 minutos de reanimación no se evitó la muerte de tan querida figura argentina. Una pérdida que algunos de sus fanáticos han sentido como propia; una mujer que entregó su espíritu a los niños, no solo actuando, sino también con el canto y la conducción de espacios infantiles en la televisión no solo argentina.
UN AGUJERITO EN EL CORAZÓN DE MAMÁ
Romina Yan era hija de Gustavo Yankelevich y Cris Morena, dos reconocidos e importantes productores de la TV argentina. De su mano entró al mundo de las cámaras y las luces. Fue justamente su madre quien creó Chiquititas, ofreciéndole a Romina la oportunidad de su vida. Con Chiquititas llegaron en giras promocionales y show musicales a Israel, Bulgaria, Rusia, Rumania, Palestina y México, un hito en la televisión de ese país.
Cris Morena jamás imaginó que así como compartió con su hija tanta dicha, también debería compartir el momento más duro, soportar su partida. Ninguna madre puede calcular el desgarrador dolor que puede significar la muerte de una hija. Y además pasar por la terrible necesidad de decirle a tus nietos, hijos de tu hija, que su mamá se ha ido. Cris Morena lo hizo y de ahora en adelante deberá convivir con el vacío que Romina dejó, y deberá tratar, junto a Darío Giordano, su yerno, de ayudar a sus pequeños Franco de 10 años, Valentín de 7 y Azul de 4, a aprender a lidiar con las lágrimas y la ausencia.
Un blog creado por algunos de los miles de seguidores del trabajo de Romina Yan describe en estas líneas lo que su muerte ha ocasionado en el sentir argentino, una honda e irrecuperable pérdida que en mucho tiempo, creo yo, se podrá sofocar: "Estuviste con nosotros en todo momento, crecimos al lado tuyo, sos parte de nuestra niñez, de nuestra adolescencia. Pasamos momentos malos y nos refugiamos en tus palabras, en tus canciones, en tu mundo de sueños. Pasamos momentos de felicidad disfrutando con tus palabras, tus canciones y tu mundo de sueños. Por eso hoy, justo hoy, no podemos dejar de estar con vos".
HOMENAJE ETERNO
Es complicado en el mundo de la farándula y el espectáculo encontrar personajes que no hayan hecho su fama a partir de algo escabroso o excesivo. Hallar un testimonio más o menos claro y limpio, sin bulla o ruido alrededor, esa estela de buena onda y brillo genuino es la que deja Romina Yan a su paso, es lo que se va a extrañar. Justamente porque no abunda, porque no es común toparse con una chica joven, talentosa, feliz, que convoca lo mejor de ella y lo comparte sin mezquindades.
Hay rumores que circulan, como siempre sucede al morir intempestivamente una estrella, sobre una descomposición producto de la anorexia que arrastraba desde hace dos décadas. Es cierto que en alguna entrevista o en varias de ellas, Romina aceptó que padecía un trastorno alimenticio.
Versiones y rumores aparte, lo cierto es que una querida actriz se fue antes de tiempo y ello suscitó que artistas como Chayanne, Diego Torres, Marcelo Tinelli, Susana Giménez, amiga de la familia, entre otros, expresaran sus más sentidas condolencias y las emotivas palabras sobre ella. Pasada la conmoción de su muerte, deberá quedar el recuerdo y la sonrisa de una joven talentosa actriz.