Negligencia en el Hospital de la Solidaridad

A raíz del accidente sufrido por la señora Heliana Angulo de 61 años de edad, que cayó al vacío al intentar usar un ascensor del Hospital de la Solidaridad de Lince, es necesario tomar conciencia de lo negligentes que pueden ser nuestras autoridades e instituciones.

Según el diccionario de la Real Academia Española, negligencia viene a ser descuido, falta de cuidado. Como término jurídico, supone la voluntaria omisión de diligencia en calcular las consecuencias posibles y previsibles de un hecho.

En este caso particular, una confiada señora se dispone a tomar el ascensor para dirigirse a un consultorio. No ve a la vista ningún aviso que le advierta que el elevador está malogrado o fuera de servicio, así que con despreocupación ingresa al aparato para caer al vacío. Felizmente, la caída no fue de varios metros y no se convirtió en una tragedia mortal, para la tranquilidad de ella y de su familia.

Si bien este accidente no tuvo un final que lamentar, no por ello debemos pasarlo por alto. Si esto hubiera ocurrido en Estados Unidos, por ejemplo, sin duda alguna la señora Heliana le habría ganado al hospital -emblema de la gestión del ex alcalde de Lima y hoy candidato a la Presidencia de la República, Luis Castañeda Lossio- una demanda por negligencia ascendente a miles de dólares.

Pero como estamos en el Perú, lo más probable es que una eventual demanda –que está siendo evaluada por la familia afectada- quede en nada si es que la señora no queda con secuelas graves de la caída o si el caso no tiene un tratamiento mediático como otros.

Cómo no recordar que en el 2002 dos invidentes cayeron al vacío al intentar cruzar una avenida por un puente peatonal que estaba roto -ubicado en el límite entre Chorrillos y Barranco- pero que no había sido clausurado, causando tal desgracia, como si la vida humana valiera tan poco.

Y en el 2004, una madre y su mejor hija de ocho años resultaron gravemente heridas al caer de otro puente peatonal, en Puente Piedra, luego de que uno de los escalones colapsara repentinamente por falta de mantenimiento.

Lo cierto es que no se puede esperar que accidentes como estos ocurran para recién tomar conciencia y asumir la responsabilidad que cada autoridad o institución tiene sobre la vida y la seguridad de los demás.