Viernes 19 de abril 2024 | Contáctenos
La revista estadounidense Time ha revelado una lista que, a su entender, muestra a las 25 mujeres más poderosas del mundo en el siglo XX. Activistas, actrices, políticas, empresarias, llenan el listado que muchos han alabado pero otros más han criticado.
Para Time, entre estos íconos femeninos encontramos a Jane Addams, socióloga feminista y primera norteamericana en obtener el premio de la Paz en 1931 gracias a su defensa del sufragio femenino y los derechos laborales de las mujeres. Ella ocupa el primer lugar.
Le siguen Corazón Aquino, Rachel Carson, Coco Chanel, Julia Child, Hillary Clinton, Marie Curie, Aretha Franklin, Indira Gandi, Estée Lauder, Madonna, Margaret Mead, Golda Meir, Angela Merkel, Rosa Parks, Sandra Day O'Connor, Jiang Qing, Eleanor Roosevelt, Margaret Sanger, Gloria Steinem, Martha Stewart, la Madre Teresa de Calcuta, Margaret Thatcher, Oprah Winfrey y Virginia Woolf.
Ya de por sí el primer lugar es un poco controvertido y algunos creen que exagerado, pero en defensa de Addams podría decirse que su trabajo originó una revalorización de la mujer como activista política importante.
Tan solo en Estados Unidos, sus dos herederas más importantes fueron Clinton y Roosevelt. La primera ex primera dama estadounidense, jefa de la diplomacia de la mayor potencia del mundo, senadora y la mujer más cerca que ha estado de llegar a liderar la Casa Blanca.
La segunda, también ex primera dama norteamericana, activista incansable de los derechos humanos y que, aunque quiso desempeñar un papel político más importante, la época no se lo permitió.
En la lista también habría que destacar el papel de varias políticas. Una de ellas y, quizá, la más fascinante, fue Margaret Thatcher. Fue la primera mujer en llegar al premierato británico y su legado fue más allá que doméstico.
No solo sacó al Reino Unido de una grave crisis económica a fines de los setenta y ochentas sino también que la fórmula “neoliberal” que utilizó fue implantada, a través de organizaciones financieras internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI), a varios países de América Latina. La ola privatizadora que vivimos en nuestro país se la debemos a la “Dama de Hierro”.
Dos líderes de mundos tan extraños y lejanos como Golda Meir e Indira Gandi también nos sorprendieron. La primera por ser la primera gobernante mujer en Medio Oriente, sino también por haber liderado a su país, Israel, en una guerra y haberla ganado –conflicto de Yom Kippur en 1973–.
Gandi, mientras tanto, fue la primera mujer en ganar unas elecciones y gobernar a la mayor democracia del mundo, la India, con más de mil millones de habitantes. No cualquiera lo hace.
Sin embargo, entre las políticas destacadas por Time hubo una omisión imperdonable y fue la de la ex primera dama argentina Eva Duarte de Perón. Aunque se pueda discrepar de sus ideas políticas, populistas y autoritarias, la irrupción de “Evita” permitió en el futuro la irrupción de la mujer en la vida política latinoamericana.
Sin “Evita” no podría entenderse la victoria de presidentas como Michelle Bachelet, Cristina Fernández o Dilma Rousseff.
En el plano artístico hay que destacar la elección de Madonna, reina inalcanzable del pop. Una mujer que rompió todos los esquemas musicales y que pasó de ser un simple fenómeno musical a ser un referente obligatorio para millones de jovencitas que luchan por destacar, entre ellas Lady Gaga, Britney Spears o Christina Aguilera.
Sin embargo, en el plano actoral faltó una leyenda y jerarca máxima de calidad histriónica: Katherine Hepburn. Actriz de la época dorada de Hollywood tuvo una carrera de más de 60 años en el que ganó cuatro Óscar, un récord que nadie ha podido superar.
No solo brindó grandes actuaciones sino que luchó para que las actrices sean respetadas y puedan ser tomadas tan en serio como los hombres estrellas de la época. Sin dudas, fue una de las mujeres más poderosas de la industria y mereció estar en la lista.
Entre otras omisiones figuran la princesa Diana, que fue en su momento la mujer más fotografiada del mundo y que marcó un antes y un después respecto a la relación de los famosos con la prensa, y la reina Isabel II de Inglaterra, quien ha liderado los restos de un imperio –el más vasto del siglo XIX– y ha llevado a la monarquía a un cambio trascendental.