Viernes 26 de julio 2024 | Contáctenos
Hacía mucho tiempo que Christina Aguilera estaba deseando con todas sus fuerzas hacer cine. La idea de verse en la pantalla grande como las grandes divas que admiraba de pequeña le quitaba el sueño, pero perfeccionista como era no se entusiasmaba con los guiones que recibía… casi todos mediocres.
Y es que la mayoría de los productores de Hollywood apelan siempre a las grandes estrellas de la actuación para sus proyectos de oro para garantizarles una buena recaudación en la taquilla y, si tienen suerte, uno que otro premio como el Óscar.
Aguilera, pese a su talento musical comprobado, no era la más indicada para estos proyectos. Dueña de una extraordinaria voz –la mejor de su generación, por cierto– no tenía ninguna experiencia actoral importante más que sus pequeños sketch en un programa de Disney que hizo años atrás siendo niña.
¿Podría soportar ella el peso de toda una producción cinematográfica por si sola?, ¿su nombre bastaría para garantizar el éxito comercial? De ninguna manera, decían en la Meca de Cine. “Ella está verde”.
Claro que a Christina, esa falta de fe en lo que ella podía lograr no le gustaba para nada, pero la experiencia le había enseñado que la paciencia y la perseverancia valen más que las críticas pasajeras. Así que ella se sentó y esperó. Sacó disco tras disco, se embarcó en giras, se casó y hasta tuvo un hijo.
Aguilera vio como Britney Spears, su archi enemiga en las lides musicales, filmó una película y fracasó. No sonrió ni se regocijó ante la desgracia porque sabía que pudo haber sido ella. Luego vio a Beyonce en Dreamgirls y la piel se le erizó. Era simplemente genial.
La ex cantante de Destiny’s Child había logrado demostrar que una buena cantante podía ser también una buena actriz. No la mejor, pero por lo menos, creíble.
DIO EN EL CLAVO
Fue así que intensificó su búsqueda y logró dar con una película que parecía hecha a su medida, un musical llamado Burlesque que, pese a no tener nada de revolucionario, intentaba dar un homenaje al género que tantos bríos ha dado al sétimo arte: el vodevil y el cabaret.
Desde el comienzo Aguilera se sintió atraída por la historia que se sustentaba en un guión simple y poderoso a la vez. “Realmente fue ese guión el que me llamó la atención porque tengo una colección de libros sobre musicales. Me siento intrigada y fascinada por la belleza, el arte, el valor y las cualidades que resaltan la fortaleza de la mujer en ellos”, dijo en una conferencia de prensa.
En términos simples, la cinta narra la historia de la joven Ali Rose, dueña de una poderosa voz que sale de su pequeño pueblo natal para cumplir sus sueños de grandeza en la intimidante ciudad de Los Ángeles.
Durante su travesía llega a un teatro venido a menos, “The Burlesque”, en el que queda maravillada por su espectáculo musical al que ingresa y triunfa pese a los problemas.
Según Aguilera, ella siempre tuvo en mente interpretar en el cine a un personaje que la alejara de su imagen preconcebida de cantante pero que Ali la motivó a replantear su postura.
“Al final me di cuenta que hacer cine es una cosa muy distinta a hacer un video musical, donde me expreso por mí misma. En el cine tienes que convertirte en otra persona y ponerte en segundo plano. Mi reto era encontrar lo que me hiciera sentir mi personaje”, dijo Christina.
La tarea no fue fácil pues la intérprete de Bionic tuvo que aprender a crearle un background a Ali para poder sentirla y vivirla, sobre todo en los momentos más dramáticos de la película en los que era necesario derramar algunas lágrimas sin verse falsa.
RECURREN A LA EXPERIENCIA
Conscientes de que Aguilera podía pasar por momentos de inseguridad, los productores de Burlesque acudieron a una vieja leyenda de estas lides quien, pese a haber hecho prácticamente todo en su carrera artística, le faltaba un musical: Cher.
A sus 64 años y con un físico envidiable –gracias a su vida sana e innumerables cirugías– la cantante y actriz ganadora del Óscar asegura que aceptó el papel luego de que se lo rogaran. “No quise la película inmediatamente, fue un proceso”, aseguró. “Pero no me arrepiento, la experiencia valió la pena y fue enriquecedora”, agregó.
Con más de cuarenta años de vida artística, Cher congenió a la perfección con Aguilera y pese a lo que algunos especularon, la relación marchó de maravilla durante el rodaje cuando se dejaron de lados los egos.
Puede parecer difícil de creer, pero Cher le dio el toque de sobriedad a un film que bien pudo haber sido escrito para que ella brillara en los setenta. Sin embargo, aquí la ex esposa de Sony decidió dejar los aplausos para su joven coestrella a quien sin duda le reconoce el talento.
Cher interpreta a Tess, la dueña del Burlesque, una especie de hada madrina que en medio de su pesimismo ve en Ali (Aguilera) su última oportunidad para reflotar su venido a menos teatrín. Lo hace magistralmente y hay quienes hablan de una tercera nominación al Óscar, para una artista a la que se ha dado por acabada tantas veces y que con esa misma facilidad ha resurgido de las cenizas.
Por lo pronto, la crítica ha visto con buenos ojos la puesta en escena de Burlesque, lo que demuestra una vez más que el musical sigue gustando en Estados Unidos.
Sobre el futuro de Aguilera en la actuación, todavía es muy pronto para augurarle éxitos en una industria difícil y muy celosa. Christina lo sabe y por eso se prepara una vez más para aguardar con paciencia la llegada de un proyecto que la vuelva a enamorar, pero ya sin las facilidades del canto que ella tan bien domina.
OTRO DATO
Burlesque, que fue estrenada el fin de semana en Estados Unidos y Canadá, ha sido escrita y dirigida por Steven Antin y producida por Donald De Line.
