Leyla Chihuán se caracteriza por tener carácter fuerte, temperamento decidido y una lengua que casi no se calla nada. Fue capitana de la Selección y se alejó de ella con la frustración de no haber llegado más lejos en el Mundial de Japón 2010. Soltando duras críticas contra el jefe del comando técnico, el mítico Man BoK Park, y el presidente de la Federación Peruana de Vóley, Juan Castro, terminó ese capítulo en su vida.
Sorprendió a propios y extraños que tras la actuación de las voleibolistas en el Mundial, la capitana contara intimidades de su estadía en Japón. Con cierto resentimiento por el trato injusto, que según Leyla recibieron, culpó a la dirigencia con mucha dureza por la mala alimentación que recibieron y el inadecuado hospedaje de la concentración.
Leyla Chihuán se ganó el aprecio de muchos por decir frontalmente las cosas y también el rechazo de otros que consideraban que simplemente justificaba el mal resultado deportivo. Hoy se encuentra en una etapa diferente, políticamente activa, ha decidido incursionar en las lides del poder y se presenta con la agrupación Fuerza 2011 que lidera Keiko Fujimori con un nada despreciable número 10 de la lista congresal.
Con un mensaje en su cuenta de Twitter, ‘Ley’ anunció su candidatura: “Amigos! En estas elecciones me visto de NARANJA!!! Los necesito en mi equipo!”. Para disfrutar después de un partidito de vóley de bienvenida con la crema y nata del fujimorismo.
Trascendió que varias tiendas políticas la querían en sus cuadros. Leyla Chihuán se ha convertido en una figura pública que siempre atrae miradas, muy necesarias en estos tiempos electoreros; por ende, los futuros votantes, y sobre todo los jóvenes, podrían ver con mucho agrado esta participación.
Ver en imágenes a los pesos fuertes del partido del ex presidente Alberto Fujimori, Martha Chávez, Luisa María Cuculiza, Martha Moyano, compartir una ‘pichanguita’ de vóley, demuestra que el marketing y la oportunidad no la iban a dejar pasar.
Perú Posible de Alejandro Toledo y Alianza para el Gran Cambio de Pedro Pablo Kuczynski buscaron tener a la voleibolista en sus listas parlamentarias también, pero no lo lograron.
Keiko Sofía Fujimori le ofreció el mismo número con el que jugó por el Perú, el 10, y también le brindó todo el apoyo para sacar adelante las propuestas e iniciativas a favor del deporte nacional, aunque la jugadora en declaraciones adelantó que aún no está preparada para responder preguntas sobre las leyes que se han aprobado en bien del deporte, aseverando que de ser elegida estaría lista para responder a partir del 28 de julio.
La incursión de Leyla Chihuán en la política nos enfrenta nuevamente a la disyuntiva que hace varios Congresos enfrentamos: ¿Debe cualquier persona que tenga más de 25 años postular al Parlamento? ¿Será que la valla de requisitos es demasiado baja o deficiente?
Los niveles de aprobación popular que el Congreso de la República ostenta son sinceramente deprimentes; el malestar general de la gente con sus madres y padres de la patria no cesa. Nadie dice que la señorita Leyla Chihuán no tenga capacidades altamente respetables, pero, ¿ser jugadora de vóley y deportista la ha formado para legislar?, ¿para decidir sobre políticas públicas, para debatir con argumentos poderosos, para defender un proyecto de ley con responsabilidad?
Las figuras del deporte o espectáculo que pretenden ingresar al Congreso deben saber que no es un circo o un escenario más para conquistar. En este periodo hemos tenido robacables, robaluz, comepollo, mataperros, y demás especímenes congresales que francamente poco han ayudado a que la política y autoridades se respeten y adecenten el país.
Es justamente en esta etapa que los oídos y ojos deben estar más atentos para escoger bien, sin dejarse guiar por simpatías o campañas publicitarias bien realizadas.
Esperemos que Leyla Chihuán enfrente esta campaña electoral con las herramientas adecuadas y que el ímpetu de sus 35 años y las ganas de darle lo mejor al país le permitan estructurar una propuesta coherente y racional, basada en hechos reales y no en emociones o frases aprendidas.
Definitivamente el cariño que un deportista demuestra por su selección nacional y lógicamente por su país lo dota de cualidades especiales que lo vinculan con un requerimiento diferente al del común de la gente, pero, no lo hace perfecto para todo.
Es evidente que la afiliación de personajes como Leyla Chihuán a determinado partido político no pasa por una identificación ideológica, sino por una afinidad casi superficial; sin embargo, nunca se debe desperdiciar la fuerza de la popularidad para encaminar causas justas y ojalá que esta sea la motivación más urgente de la voleibolista en esta contienda electoral que recién calienta motores.