Viernes 19 de abril 2024 | Contáctenos
¿Cuán trascendente puede resultar esta omisión? La verdad es que es importante conocer los antecedentes de un candidato presidencial, pero, ¿acaso no tenemos suficiente con lo que ya sabemos del ex presidente Alejandro Toledo? Acaso es realmente trascendente esta prueba o se utilizó simplemente como un arma política... y de ser así, ¿dio resultado?
El gobierno de Alejandro Toledo se caracterizó por varias cosas. Sería de ingratos no reconocer que el sistema económico encontró un balance durante su gestión y que el Perú ganó mucho terreno a nivel internacional, no obstante, también es importante recordar el legado que nos dejaron la familia del ex presidente y las cuentas de whisky etiqueta negra que estuvieron siempre presentes durante todas sus celebraciones.
El personaje oriundo de Cabana tiene un nombre ganado como fanático consumidor de los mejores whiskys y aunque ahora asegure que sus labios no son capaces de tocar alcohol alguno, es poco fácil de creer considerando sus antecedentes.
Sin embargo, esto no puede incriminarlo en el consumo de otras sustancias, tal y como siempre se ha deseado entrever. En un primer momento, Toledo Manrique aceptó la propuesta de sus contendores de hacerse la bendita prueba antidoping, empero, quizá luego de pensarlo un poco mejor, se retractó alegando que no caería en el juego político que estaban tendiéndole.
“Esos circos de bajo gusto son circos de peluquería y no me prestaré para eso. Yo soy un ex presidente, no trato de ser un alcalde del Perú”, sostuvo un enfático Toledo en su momento, reiterando que existe una campaña sucia en su contra.
OPORTUNA NEGATIVA
Castañeda Lossio ha reiterado en innumerables ocasiones la necesidad de que Toledo se haga la prueba antidoping. Colgándose de que Keiko Fujimori, PPK y Ollanta Humala han mostrado públicamente sus resultados, el ex alcalde limeño no ha dudado en insistir en que todos los candidatos deben pasar por este examen.
Un oportuno pedido cuando se condiciona su realización a un debate público con su principal contendor. “Te haces la prueba, debatimos… No te haces la prueba, no debatimos”. Muy conveniente piensan algunos cuando desde un principio se sabía que Toledo no iba a acceder al pedido, quizá no por temor a los resultados, sino por no caer en el evidente juego político.
Este tema puede considerarse irrelevante en esta contienda, cuando lo realmente importante deben ser las propuestas y los antecedentes de vida y obra de cada candidato. Lamentablemente, lo mediático siempre llama más la atención en nuestro país; el chisme y la morbosidad por conocer los aspectos íntimos de las personas públicas siempre vende más, mucho más.
Como decía mi abuela, hay que sacarle lo positivo a las cosas. En este caso, sería bueno conocer lo que es una prueba antidoping y cuán ciertos pueden ser sus resultados. Quizá más de uno se esté ufanando de un resultado negativo, pero ¿qué tan fidedigna es la prueba?
La prueba antidoping es la evaluación científica de la sangre para comprobar si el ser humano ha consumido cierto tipo de sustancias que pueden ser consideradas nocivas para el organismo. No hablarnos solo de las drogas tradicionales sino también de otras sustancias como estupefacientes que aumentan la capacidad física o mental de manera irregular.
Estas sustancias son comúnmente utilizadas por deportistas y trabajadores con muchas horas de esfuerzo físico y que por no dejarse vencer por el cansancio común del cuerpo, ingieren drogas para restablecerse sin tiempo de sueño o comida. También hay quienes lo hacen por puro deleite, ya que generan un estado de éxtasis poco común.
Es preciso señalar que también existen pruebas caseras para la detección del consumo de drogas. Estas funcionan igual que una prueba de embarazo: se coloca una tirita con un reactivo en contacto con la orina y pasados unos minutos se revela si la persona consumió o no sustancias nocivas.
Estas pruebas aún no pueden comprarse en las farmacias, sino que solo son entregadas por distribuidoras previo pedido de las empresas para aplicarlas a sus trabajadores de manera sorpresiva.
Caseras o no, las pruebas antidoping han resultado tener muchas brechas y vacíos en cuanto a su efectividad. Es verdad que pueden revelar con un casi cien por ciento de fidelidad el consumo de drogas, siempre que estas hayan sido ingeridas como mínimo en la última semana, sin embargo, las consumidas a largo plazo pueden fácilmente pasar la valla de las pruebas más sencillas.
Efectivas o no, más que nada sirven como disuasivo al consumo de drogas, sobre todo en jóvenes y adolescentes que fácilmente buscan experimentar con sustancias ilegales. Quizá por ahí deba ir la cosa, más que demostrar si es consumidor o no, Toledo debería dar su brazo a torcer no por darle gusto a sus detractores, sino para dar un claro ejemplo de transparencia y finalmente callarle la boca a quienes han hecho de un tema tan serio como el consumo de drogas un arma con fines políticos.
