Jueves 18 de abril 2024 | Contáctenos
Hablar de Rudolph Giuliani en Estados Unidos es hablar de una figura parecida a la de un súper héroe, un gran padre en el que se puede confiar y un líder nato al que se acude cuando los malos hacen de la suyas.
Méritos tiene y muchos, pero pasará a la historia norteamericana particularmente por dos: el primero, transformar a la ciudad de Nueva York en una Gran Manzana segura y próspera y; segundo, liderar a su gente en los momentos más terribles tras los ataques del 11 de setiembre del 2001.
Hoy este héroe de carne y hueso se encuentra en nuestro país y su visita está enmarcada en la campaña electoral con miras a la segunda vuelta del 5 de junio. Y no es que sea un observador del Partido Republicano sino que viene invitado por la candidata de Fuerza 2011, Keiko Fujimori.
El ex burgomaestre participará en una exposición sobre seguridad ciudadana que se realizará en Trujillo esta semana y estará junto a la legisladora para presentar su programa “Calle Segura”.
Y es que Fujimori ha dicho que quiere pasar a la historia como la mandataria que derrotó el crimen organizado así como su padre derrotó al terrorismo en la década de los noventa.
Una tarea nada fácil pero que podría lograr si sigue los consejos de Giuliani, un experto en temas de seguridad ciudadana y que es requerido por líderes de todo el mundo.
Pero, ¿cuál es la forma secreta de este hombre que hasta ahora es la pesadilla de los delincuentes y las mafias neoyorkinas?
En una reveladora entrevista con el diario argentino La Nación, Rudolph dio algunas pautas de lo que trata de aplicar en todos aquellos países o ciudades a los que trata de ayudar. Desmembremos, entonces, el pensamiento Giuliani:
a. Separar política de seguridad. Durante sus años de gobierno el alcalde tuvo muchas críticas de algunos políticos que criticaron su “Programa de calidad de vida” o lo que comúnmente se llamó “Tolerancia cero” debido al uso excesivo de algunos efectivos policiales y reducir la privacidad de los individuos.
b. La seguridad es antes que erradicar la pobreza. Según el ex alcalde, de qué sirve tener bienestar cuando uno no puede disfrutarlo en sus calles. Es ante todo un derecho civil.
c. Sobre delincuencia juvenil, el ex alcalde estaba de acuerdo en que se debía poner énfasis en la rehabilitación de los presos más jóvenes, pero que ello no significara “mano blanda”. En su primera falta, el juez debía darle una oportunidad. En caso fallara por segunda vez se le aplicaría una sanción, pero si comete una tercera falta, al niño hay que empezar a tratarlo en gran medida como un adulto. A menos que el niño tenga problemas emocionales o mentales, en cuyo caso hay que resolverlos en una situación de cárcel-hospital.
d. Sobre el manejo del asesinato a manos de jóvenes hay que pensar que estos en el futuro puedan degenerar en peligrosos asesinos y que puede ser muy difícil rehabilitarlos Si se trata de asesinato, la presunción debe inclinarse a favor de considerar al niño como adulto.
e. Giuliani está a favor de que los jueces compartan con la autoridad un punto de poca tolerancia al crimen. Se necesitan magistrados con buen entendimiento de la ley y su cumplimiento. Es vital en la lucha contra el crimen organizado.
f. Es imprescindible contar con un cuerpo policial lo más limpio posible y lejos de la corrupción. Investigar a fondo y si es posible exponer en los medios de comunicación los casos de corrupción policial. Eso no debilita a la institución, la fortalece.
g. En cooperación con la comunidad, hay que acabar con la política del soborno que es un cáncer que corroe a la sociedad.
Por último, Giuliani ha puesto en marcha un programa llamado Comstat que la Policía de Nueva York viene usando desde el 1 de enero de 1994. Requiere computarizar la policía y se reúnen estadísticas de crímenes todos los días, que tienen que ser precisas. Luego se analizan. Los primeros resultados se ven en año y medio y tienen un costo bastante elevado.
Hasta ahora, Keiko no ha querido adelantar nada de su programa pero de seguro tomará en cuenta los consejos de su asesor, que en medio de una campaña electoral tan mediocre es, de lejos, lo mejor que se ha visto en nuestro país.
