Banner Tuvivienda
Viernes 19 de abril 2024   |   Contáctenos
REVISTA

SEBASTIAN PIÑERA CAUSA LA IRA DE SANTIAGO

Entretelones de la visita a nuestro país del candidato opositor chileno
Habló de "controversia" en tema limítrofe entre Perú y Chile saliéndose de la postura oficial chilena. Puede ser usado por la parte peruana en el juicio ante La Haya.
(0)
SEBASTIAN PIÑERA CAUSA LA IRA DE SANTIAGO

Sebastián Piñera no es un político cualquiera. El empresario es visto y tratado como el futuro presidente de Chile y el que llevaría a la actual oposición derechista al gobierno por primera vez desde el fin de la dictadura de Augusto Pinochet en 1990.

 

Fue debido a este estatus de “gobernante no declarado” que su reciente viaje al Perú causó revuelo en la clase política chilena, más aun en sectores cercanos al oficialismo que calificaron de impertinente su visita en momentos de tensión entre Santiago y Lima por el diferendo limítrofe marítimo.

 

“Es inoportuno que Piñera vaya en momentos en que están congeladas las reuniones de alto nivel con el gobierno peruano, y peor si se va a dar de abrazos con el presidente (Alan) García”, declaró airado el diputado chileno Jorge Tarud.  “Nuestro país está profundamente molesto con García porque ha mantenido un doble discurso con Chile. Cuando vino a nuestro país señaló como presidente electo que el tema marítimo no iba a ser prioritario. Sin embargo, al poco andar, hace una demanda en la Corte Internacional de Justicia de La Haya”, fustigó.

 

El motivo “oficial” de la visita de Piñera fue dictar una conferencia magistral en la Universidad de Lima, donde participaron también el ex ministro de Economía peruano Pedro Pablo Kuczynski y la presidenta del Partido Popular Cristiano, Lourdes Flores Nano. Sin embargo, su apretada agenda en Lima demostró que sus intereses fueron más allá de los estrictamente académicos y se amplió a los políticos y comerciales.

 

Para empezar, mantuvo reuniones con el premier Jorge del Castillo y los representantes de las carteras de Economía, Luis Carranza; Defensa, Ántero Flores Aráoz; Relaciones Exteriores, José Antonio García Belaunde; y Energía y Minas, Juan Valdivia. También conversó con el alcalde de Lima, Luis Castañeda Lossio, y el presidente del Parlamento, Luis Gonzáles Posada.

 

TREMENDO ERROR

 

Pero la cita más importante fue la que tuvo en Palacio de Gobierno con el presidente Alan García, quien prefirió salomónicamente evitar dar detalles de la charla.

 

Piñera, en cambio, sí decidió a hablar y extendió “una rama de olivo” al destacar la importancia de las relaciones entre Perú y Chile pese al diferendo limítrofe. Para el dirigente chileno sería un “tremendo error” frenar la agenda de futuro entre los dos países por este impasse y llamó a fortalecer el diálogo y la colaboración.

 

Lo curioso de estas declaraciones es que Piñera calificó el tema limítrofe como una “controversia” bilateral, causando la ira de miembros del gobierno en Santiago. Así, el ministro secretario de la Presidencia, José Antonio Viera-Gallo, desmintió al ex senador.  “Él ha hablado de una controversia con Perú y la verdad es que Chile nunca ha aceptado que exista una controversia. Nosotros decimos que el límite está zanjado y el diferendo lo plantea Perú”, manifestó.

 

El temor del ejecutivo chileno era que la inexperiencia diplomática de Piñera pueda poner en aprietos su estrategia en La Haya y ser usada por la parte peruana en la demanda, algo que no se descarta.

 

De ser elegido presidente en las elecciones del 2009, Piñera vería el veredicto final de la corte internacional, y decidiría si acepta un fallo desfavorable. Piñera declaró en un programa de televisión peruano que acatará el resultado, pero a entender por los antecedes chilenos, tampoco es una garantía.

 

DESPLANTE DIPLOMÁTICO

 

Pese a que en el palacio de La Moneda aseguraron que no hay molestias con el candidato, lo cierto es que en una cena celebrada en Lima entre Piñera y representantes del mundo político, social y empresarial peruano, la ausencia del embajador chileno Cristian Barros fue notoria. Fuentes diplomáticas aseguraron que la invitación fue cursada con anticipación y que esto a todas luces fue un “desplante” del más alto nivel.

 

Para evitar mayores roces con el gobierno chileno, el presidente García telefoneó a su homóloga Michelle Bachelet, quien no pudo atenderle la llamada por estar de viaje en Antofagasta. García quería dejar constancia, según personeros peruanos, de los temas tratados en la reunión y asegurarle que no se trató de una cita oficial, pero el tono protocolar desdicen esas palabras.

 

GAS, LA PAPA CALIENTE

 

Otro objetivo importante que trató Piñera en su gira por Lima fue lograr que el Perú exporte gas natural a Chile. Según informes del diario mapochino La Tercera, el dueño de la aerolínea LAN abordó con el ministro de Energía y Minas peruano, Juan Valdivia, la posibilidad de que el proyecto Camisea sea una solución a la crisis energética en su país.

 

La falta de electricidad en la zona norte –árida pero poderosa en términos industriales y sostén de la economía– será la papa caliente del próximo gobierno chileno. Y más aún cuando el suministro de gas proveniente de Argentina empiece a disminuir y a elevarse los precios en los próximos tres años. Bolivia, mientras tanto, no le dará gas a menos que se responda a su pedido de salida soberana al océano Pacífico, algo esencialmente ligado a la resolución de la controversia marítima con Perú en La Haya.

 

“No habrá gas hasta que se resuelva todo lo concerniente a límites”, declaró Valdivia.

 

¿FORJANDO A UN ESTADISTA?

 

Sea desde Santiago o desde Lima, la gira de Piñera ha sido considerada como un intento de reforzar su papel de estadista y líder responsable de la Alianza por Chile, la coalición opositora derechista que espera barrer en las elecciones municipales de octubre -¿Castañeda le habrá dado algunos útiles consejos?- y las presidenciales del 2009.

 

La oficialista y centro izquierdista Concertación de Partidos, está más débil que nunca tras 18 años en el poder. Denuncias de corrupción, el caos del Transantiago, poco crecimiento económico, y la sensación de decepción por el gobierno de Bachelet, da a la oposición un escenario atractivo con la idea del “cambio”.

 

Piñera lo sabe y trabaja en ello. El viaje a Perú, entonces, sería sólo el comienzo de una tarea en donde refuerza ideas como “seguridad, confianza y gobernabilidad”. “No sólo habla como presidente, ahora actúa como presidente”, exclaman con sorpresa los chilenos.

Participa:
COMENTARIOS
0 comentarios      
2018 Grupo Generaccion . Todos los derechos reservados    |  
Desarrollo Web: Luis A. Canaza Alfaro    |    
Editor de fotografía: Cesar Augusto Revilla Chihuan