En su primera presentación ante el Congreso, el titular del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), Luis ‘El Mago’ Valdivieso Montano, no tuvo mejor forma de concitar la atención de todos los rincones del país que anunciando la ¿modulación? del Presupuesto General de la República para el año fiscal 2009.
“Los rumores apuntan a que se están planeando cortes masivos pero, en realidad, se está tratando de ver una modulación del gasto, una reflexión acerca del nivel de crecimiento. No se está planeando recortar el gasto respecto a lo que hicimos el año anterior, pero se trata de crecer a una velocidad consistente, viendo la forma de modularlo”, fue la aclaración que lanzó ante la anunciada ola de críticas.
CUANDO MENOS ES MÁS
Como era de esperarse, las críticas no tardaron en llegar. No solo porque el gasto público –pese a las razones de ‘El Mago’ y en buen cristiano– se reduciría, sino porque el presupuesto para el próximo año asciende, contrario a lo dicho por el MEF, a S/. 72,355 millones 497 mil 884, monto superior en 1,83% al presupuesto de apertura de este año que fue S/. 71,049 millones 786 mil 794.
Con S/. 1,305 millones 711 mil 090 de diferencia, uno de los primeros en lanzar una clarinada de alerta ante lo que puede ser considerada como una incongruencia del proyecto que fue explicado ante el Parlamento el pasado 11 de septiembre, fue el economista Javier Zúñiga, para quien el proyecto es realmente contradictorio en comparación a todo lo que el gobierno, específicamente el despacho del jirón Junín, había anunciado.
“Se habló de recortes y no los hay. Se habló de reducción en el presupuesto y lo que ha habido es un incremento”, indicó tras señalar que la famosa ‘modulación’ del presupuesto público no es lo que se anticipaba. Aunque espera que esta no repercuta en las inversiones en infraestructura, porque la falta de ejecución “ha sido resultado de una inadecuada gestión de los presidentes regionales que se dedicaron a realizar obras que no guardan relación con el bien social”.
OJO CON LA MODULACIÓN
“El desarrollo de infraestructura es lo que va a propiciar que haya más inversión privada. El Perú está muy atrasado en infraestructura, la inversión pública debe continuar. No se debe frenar la inversión, ni la privada ni la pública. Si se trata de tomar medidas para reducir la presión inflacionaria, no debemos confundir el gasto con la inversión”, anota.
Sobre ese punto, el presidente de la Asociación de Exportadores (ADEX), José Luis Silva Martinot, sostuvo que ante la decisión de reducir la inversión pública en aquellos proyectos que todavía no se ejecutan, la medida propuesta por el titular del MEF no debe incluir los proyectos de infraestructura que el país tanto demanda.
El líder exportador ha recomendado analizar detenidamente cuál es la inversión que será dejada de lado, porque para seguir creciendo es evidente que el Perú necesita una mejor infraestructura y que, en algunos casos, esa infraestructura exista porque hay muchos lugares del interior del país que ni siquiera cuentan con infraestructura básica.
“La mejor forma de que un pueblo muy pequeño o un poblador muy alejado de la capital se sienta integrado al país y pueda, de alguna manera, hacer suyo el crecimiento del que tanto se habla, es mediante el acceso a la telefonía, a los servicios básicos y a las carreteras. Si a ellos sumamos las necesidades del sector exportador que necesita mejores puertos y aeropuertos, además de una mayor capacidad en el ferrocarril central, el MEF debería tomarlos en cuenta al tomar una decisión como la anunciada. Por eso, es de suma importancia saber cuáles son los proyectos que se priorizarán porque el Perú está retrasado en más de US$ 20 mil millones en infraestructura”, añade.
MÁS INFRAESTRUCTURA, MENOS INFLACIÓN
Es más, como señala Juan Pacheco, gerente general de la Asociación para el Fomento de la Infraestructura Nacional (AFIN), si bien existe la necesidad de modular o desacelerar nuestra economía para crecer a niveles menores que los actuales, con el objetivo de evitar el descontrol de la inflación y sus nefastos efectos, resulta preciso que nuestras autoridades del sector económico se inclinen por las medidas adecuadas.
“Reconocemos la importancia de la lucha contra la inflación y de la especialización técnica de las instituciones responsables. Sin embargo, esta modulación o desaceleración no debe afectar el desarrollo de una mayor infraestructura para mejorar la calidad de vida de los peruanos, pues la brecha que padecemos afecta a las personas de menores recursos, encareciendo su forma de vida e imposibilitando la mejora de su nivel de vida”, refiere.
En ese sentido, el representante de AFIN sugiere que el objetivo planteado por el MEF se logre mejorando la calidad del gasto público, tema trascendental en la gran tarea de la reforma del Estado. “Los gastos corrientes, especialmente los de bienes y servicios, no indispensables, son aquellos que deben ser reducidos y no los proyectos de infraestructura que benefician a la población. Necesitamos avanzar en cerrar la brecha de infraestructura, porque tener más infraestructura, nos hará tener menos inflación”, dice.
Si a ello añadimos que el presupuesto planteado por el MEF para este año ha crecido, pero su participación como porcentaje del PBI bajaría en casi un punto, de 18% a 17,1%, las medidas que se tomen desde la cartera comandada por ‘El Mago’ Valdivieso deben –coinciden los expertos– tomar en cuenta todas las necesidades del país y no solo el impulso por derrotar a la inflación.
