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REVISTA

HOLA OBAMA, ADIÓS BUSH

Reflexión sobre la nueva era
Un tema que acaparó las páginas de los principales periódicos de todo el mundo y las pantallas de las televisoras más importantes, fue sin duda alguna la juramentación de Barack Hussein Obama como presidente del país más poderoso del mundo: Estados Unidos.
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HOLA OBAMA, ADIÓS BUSH
Demasiadas expectativas se ciernen sobre él por el mero hecho de ser el primer presidente negro –aunque en realidad es mestizo porque su madre es blanca- que asume las riendas de esta potencia mundial.
 
Muchas personas han puesto sus ilusiones y esperanzas en el nuevo hombre más poderoso del mundo, por la simple razón de representar a una minoría norteamericana como es la afroamericana. Pero muchos no son conscientes de los grandes retos y desafíos de su gestión.
 
Es importante reconocer que este político de 47 años de edad asume la presidencia de Estados Unidos en un momento muy complicado para la economía mundial, debido a la crisis financiera internacional que ha golpeado a las grandes potencias del planeta con la caída y quiebra de importantes instituciones bancarias.
 
Ese es uno de los principales retos que Barack Obama deberá enfrentar en su gobierno: encontrar la solución para poner punto final a la crisis que azota a su país y al mundo entero, tomando las decisiones más adecuadas y acertadas sin dejarse guiar por el populismo.
 
Otro asunto de especial relevancia es el concerniente a la reforma migratoria en la que cientos de latinos han puesto sus esperanzas. Para nadie es una novedad que el gobierno de George W. Bush será recordado por la persecución de los inmigrantes indocumentados, que condujo a numerosas deportaciones, violaciones de los derechos de los acusados y al maltrato en los centros de detención.
 
Durante su campaña electoral, Obama prometió una reforma migratoria que pondría en marcha durante su primer año en la Casa Blanca, y esta es una de las razones por la que su candidatura fue apoyada por numerosos latinos que esperan un cambio que permita legalizar a miles de inmigrantes indocumentados.
 
Una de las primeras medidas que debe tomar la administración de Obama es terminar con la política de redadas indiscriminadas y las violaciones a los derechos humanos como la última orden emitida por Bush antes de dejar el gobierno, que anula el derecho constitucional de acceso a un abogado para inmigrantes que enfrentan procesos judiciales para su deportación.
 
Obama representa la ilusión y el cambio, pero ha generado muchas expectativas que serán difíciles de cumplir en solo cuatro años de mandato. Gracias a su elección, muchos tienen la impresión de que Estados Unidos ha pasado de ser el país malvado de Bush, al maravilloso país de las libertades porque un negro cuya trayectoria política es escasa, ahora está en la Casa Blanca.
 
Se corre un gran riesgo al haber endiosado al presidente Obama por el solo hecho de llevar sangre negra en sus venas, porque si su gobierno no obtiene los resultados esperados y llega a fracasar, el pensamiento racial podría verse estimulado.
 
Y es que Bush le ha dejado a Obama mucho trabajo por hacer. Su legado es la peor crisis económica de los últimos tiempos y por ello es considerado como uno de los peores presidentes que ha tenido Estados Unidos, y que ha dejado en el abismo a la economía norteamericana.

El régimen de Bush será recordado por ser el causante de guerras y miles de inocentes muertos en diferentes partes del mundo, por las sangrientas agresiones contra Iraq y Afganistán, y por ser cómplice de los recientes crímenes cometidos por Israel contra el pueblo palestino de Gaza. Sin embargo, Bush amenaza con no retirarse de la vida política, pero ojalá que lo haga lejos de la Casa Blanca.

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