TIERRA DE RONALDINHO
(Enviado especial a Brasil).- Una de las exponentes más populares de Río Grande del Sur es la ex pareja del rey Pelé, Xuxa. También podemos mencionar a Dunga, el seleccionador brasilero; o Ronaldinho Gaúcho. La denominación de esta segunda palabra del jugador del Milan no corresponde a su apellido o sobrenombre; resulta que todos los que viven en esta parte de Brasil reciben esa denominación de origen, o sea, ser gaúcho –con tilde en la “u” en su pronunciación portuguesa- suena con más orgullo que ser riograndese y hasta brasileño.
Aquí perduran muchas de las costumbres argentinas debido a que hasta 1777, Río Grande perteneció al Virreinato del Río de la Plata de la corona española y luego pasó a dominio de Portugal.
Una de estas herencias es el popular mate que hasta tiene un monumento en la concurrida Plaza da Cuia. El mate se ha extendido en los estados de Santa Catarina, Paraná y Matto Groso do Sul. Los argentinos que se han quedado por aquí añoran mucho su pasado cuando ven a algunos lugareños vestidos como los antiguos campesinos de las pampas argentinas: los conocidos gauchos.
En Passo Fundo (Paso Hondo es español), se respira el ambiente típico de una provincia que no envidia nada de la infraestructura de una gran capital. Tiene cerca de 200 mil habitantes y es una de las ciudades que se jacta de tener los mejores médicos del Brasil.
Su gente es blanca y los únicos negros que resaltan son unos senegaleses musulmanes que una empresa brasileña exportadora de pollos para consumidores árabes ha contratado para que maten estas aves, pues se sabe que los creyentes en Alá no comen animales que hayan sido matados por infieles o predicadores de otras religiones. Es el caso de Mbacke Dieng, quien se vino desde Argentina y a sus 21 años labora en la empresa Frangosul que exporta pollos a Arabia Saudita y Senegal.
El color de la piel se debe gracias a la inmigración alemana e italiana, que llegó en el siglo XIX, aspecto que la diferencia de la población brasileña negra que es propia de los estados del norte como Río de Janeiro, Brasilia o Recife. Una evidencia de esto se puede apreciar en los jugadores de los dos equipos más representativos de este estado como son el Gremio y el Internacional de Porto Alegre.
El caso de Ronaldinho Gaúcho representa a la minoría negra del sur. Y hablando de fútbol, es muy recurrente ver tanto a hombres como mujeres con sus respectivas camisetas de los equipos mencionados y según mis pupilas e indagaciones, la hinchada del Internacional tiene más seguidores.
La gente viene a Río Grande por sus playas. Las más atractivas son Torres y Capão de Canoa. Passo Fundo tiene como puntos turísticos a la Plaza de Gare, el Monumento de las Misiones y la Plaza Mariscal Floriano, sin embargo, no es una ciudad que cautive a muchos viajeros: el único turista feliz que pasa por aquí creo que soy yo.
Su transporte es cómodo y cuesta dos reales -algo más de un dólar-. El chofer y el cobrador están muy bien presentados en el interior del bus con polos muy limpios y del mismo color y ninguno grita rutas ni viaja con apuro. Los mayores de 65 años no pagan pasaje: basta con mostrar un carné y suben sin problemas.
La comida está basada en frejoles negros, pastas y carne de res la cual la comen de manera muy similar a como la consumen los argentinos con el asado. En las casas están instaladas las conocidas churrasqueras con sus respectivas parrillas. El plato típico más tradicional es el Carretero cuyos ingredientes son el charqui o carne de res mezclado con arroz y tomate en un guiso condimentado.
El almuerzo empieza indefectiblemente al mediodía y en los restaurantes se suele comer con la modalidad del buffet, donde ofrecen hasta postre que en lengua portuguesa se traduce como sobremesa. No existen los conocidos menús.
El gaúcho es amable pero indiferente y poco comprensivo a la vez, de carácter formal y conservador en su estilo de vida. Fruto de esa formalidad es muy raro que los varones usen el pelo largo. Las mujeres acostumbran a cultivar mucho su belleza. Se les ve muy deportivamente a las seis de la tarde haciendo largas caminatas por la avenida Brasil y plazas céntricas.
Hay un regionalismo muy fuerte que se verifica en los puestos de trabajo. Existe una notoria preferencia frente al carioca -originario de Río de Janeiro- y mucho más ante los inmigrantes sea cual sea su país de procedencia. El orgullo gaúcho es una característica brasileña. Su cantante más popular es el recordado Teixerinha que tiene un monumento en su memoria.
BUENAVENTURA PERUANA
Un peruano llegó hace nueve años y poco a poco se fue enamorando de la música, aprendió a tocar guitarra y un buen día decidió quedarse en Passo Fundo para siempre. Ahora vende CDs en la Plaza da Cuia y se instala de martes a sábado de 8:00 a.m. a 4:00 p.m. Ya ha logrado convencer a las autoridades, por eso, los policías lo dejan trabajar tocando zampoña y guitarra invadiendo la vereda.
Buenaventura Huamaní Parco o “Pichón” como le gusta que lo llamen encontró pareja en esta parte del Brasil y hace nueve años que no vuelve a nuestro país donde dejó una niña adolescente que vive en Tacna. Se le ve acostumbrado a la rutina cotidiana y ha logrado dominar el portugués.
Se entusiasma al verme pues es muy poco usual que los peruanos pasen por este lugar. Yo también lo busco pues es motivador que un compatriota tuyo se te acerque en un mar de personas que a las justas te entienden cuando empiezas a hablar español, porque a pesar de las similitudes con el portugués hay ocasiones donde no se llega a entablar una comunicación normal, e incluso, con frecuencia se puede caer en una ofensa grave.
Por ejemplo, se lee un letrero con la palabra Borrachería, pero el significado no es aquel que pasa por su mente. Y si le dices a alguien que su comida está exquisita, entiende que probaste algo raro en sentido negativo.
Los pocos hispanohablantes se buscan mucho en este lugar, quizá por el origen común de nuestra historia, o tal vez, porque simplemente nos entendemos mejor.
Así, entre los pocos colombianos y peruanos que coincidimos en esta tierra la conversación se hace más amena y fraternal, porque a pesar que hasta cierto periodo de la historia nos une la misma herencia española, Passo Fundo está más cerca de las costumbres y tradiciones de los países que hoy conforman el denominado Mercosur.