El ex campeón del extinto Pride, el brasileño Wanderlei Silva, perdió de forma sorprendente a los 27 segundos del primer round ante Chris Leben, quien en la previa había manifestado su admiración, respeto y miedo por el luchador carioca.
Apenas sonó el pitazo inicial, con mayor aceptación para Wand del público instalado en el MGM Grand, la distancia en el octágono fue la prioridad de parte de ambos, teniendo en cuenta su parecido en ir al frente y morir en el intento o ganar por TKO.
De esa manera, ambos soltaron sus metrallas y condensaron potencia, hombría; pero quizás fue el desorden de Silva lo que permitió una andanada de uppercut (golpes debajo del mentón) y una definición sólo favorable en las tiendas de apuestas.