El goleador del primer encuentro de la eliminatoria, Paolo Guerrero, acudió a visitar a la niña Romina Cornejo quien había pedido conocer a alguno de los cuatro fantásticos.
Con permiso de Sergio Markarian, el jugador llegó hasta la clínica Santa Mónica ubicada en Lince para entregarle globos y regalos.
“Una niña con tremendo futuro, de 4 añitos, muy inteligente y una pena que le haya pasado eso, pero espero que se pueda recuperar, ella ya está mejor”, fueron las palabras del jugador al salir de la clínica.
Romina Cornejo fue víctima de un cobarde ataque por una banda de marcas que trataba de asaltar a los abuelos cambistas de moneda extranjera de la niña.