“En Brasil, necesitaba mucha seguridad alrededor mío para moverme. Los aficionados me amenazaban, así que quería dejar todo eso atrás. Entonces llegó la oferta del Anzhi a través de Suleyman Kerimov y decidí dejar todo eso atrás”, cuenta el lateral Roberto Carlos, quien fichó por el Anzhi Makhachkala ruso.
El exmundialista no lo dudó: “Es un proyecto con futuro. Él me abrió la puerta y me dijo que íbamos a construir un club mejor. Poco a poco lo hemos hecho. Hemos fichado a Eto’o, o sea que estamos construyendo. Dejé Brasil por culpa de la violencia”.
“En términos de adaptación fue muy relajado. Igual que en España, en Italia y en Turquía. Esperaba lo mismo en Rusia. Los aficionados de todos los clubes me recibieron con los brazos abiertos. La mayoría me anima, salvo en el incidente de la banana, pero siempre hay algún loco”, finalizó el futbolista.