En Latinoamérica la propuesta de los Consejos Comunales vienen funcionando desde hace varios años en países como Chile, Uruguay y México, entre otros.
En Venezuela en el 2006 se creó la Ley de los Consejos Comunales en el que se establece que en cada una de las comunidades se deben conformar un consejo para trabajar por un definido bien común.
El tema ambiental está contemplado dentro de la directiva de los Consejos Comunales y normalmente es asumido por un delegado.
A algunos de estos Consejos Comunales el gobierno central les ha proporcionado recursos para construir viviendas, reparar escuelas, asfaltar calles, comprar buses o transportes acuáticos, y una lista interminable de cosas, todos bajo la premisa de ser un proyecto social, aprobados previamente por la comunidad.
Partiendo de esa premisa, en la ciudad de Maracaibo al Oeste del país, la Fundación Azul Ambientalistas elaboro una propuesta de decreto comunal para darle rango de Parque Comunal a las 130 hectáreas de bosque de manglar que progresivamente estaban siendo erosionadas por quienes deliberadamente han venido rellenando esos humedales con el fin de ganar terrenos para construir viviendas.
Y en acuerdo entre el Consejo Comunal de una de las puntas del pueblo de Santa Rosa de Agua, llamada Capitán Chico, se crea el primer Parque Comunal de Venezuela: “Tierra de Sueños”.
La propuesta de que cada Consejo Comunal decrete sus áreas verdes como parques comunales, sería la acción más inmediata, con rango mandatorio, para frenar a los terrófagos, que indiscriminadamente depredan las laderas de los parques nacionales y humedales.
Con esta medida, la misma comunidad es quien se compromete como doliente directo a defender esos espacios.