Empresas familiares

Según los resultados del Censo Nacional Económico del 2008, este arrojó la cifra de 943,275 establecimientos dedicados a actividades económicas a nivel nacional, mostrando un incremento de 553,600 en relación con el anterior censo del año 1994, esto representa un crecimiento de 6,5% anual, resultado que estaría directamente relacionado con el comportamiento positivo que la economía peruana está registrando en los últimos años.

Pero estas cifras son solo la punta del iceberg que asoma y que podemos apreciar, y que básicamente representa actividades económicas de comercio y servicios como bodegas, restaurantes, hoteles, etc., que se sustentan sobre una  actividad económica, en su mayor parte no visible e informal, permitiendo el desarrollo y dinamismo en el ámbito urbano, liderada por una nueva clase media que gracias a ese espíritu emprendedor emplea a un 60% de nuestra Población Económicamente Activa (PEA) de un total de cerca de 16 millones.

El debate que en estos últimos días se ha abierto en torno al incremento de la remuneración mínima vital y sus repercusiones sobre el nivel de empleo  y la actividad económica se centra exclusivamente sobre el sector formal, cuando se debería incluir al sector informal, para ver las tendencias y sus repercusiones sobre la economía real. Tal vez en ese momento nos daremos cuenta de la importancia que tienen instituciones como la empresa familiar, para empezar a apoyarlas con una legislación apropiada, que les permita acceder a servicios financieros, educación, salud y mecanismos que fomenten el ahorro al interior de estas unidades productivas, que les permita un continuo crecimiento y una armoniosa transición de lo informal a lo formal (Con información del diario La República).