El Instituto de Ciencia y Tecnología de la Nutrición (ICTAN) en España ha realizado un estudio en que se afirma que la clave para mantenerse en forma es comer despacio, masticando lentamente lo ingerido en cucharadas pequeñas.
Para llegar a esta conclusión se analizó a a más de dos mil adolescentes entre 13 y 18 años de cinco ciudades del país, quienes tenían diversos hábitos alimenticios.
Se observó que los que comían cuatro comidas o más al día y lo hacían lentamente tenían menos niveles de grasa corporal (independientemente de la cantidad de ejercicio que hagan).
Esta investigación podría dar nuevas luces sobre la relación entre la ansiedad y la obesidad, ya que la primera genera una alimentación más compulsiva.