Pauline Potter llegó a pesar 330 kilos por lo que fue declarada la mujer más gorda del mundo por los jueces del Libro Guinness de los Records.
La mujer estadounidense de 48 años inició una lucha para bajar de peso, por su salud. El método con el que comenzó a lograrlo fue algo insólito. Gracias a sesiones maratónicas de sexo, Potter logró bajar unos 44 kilos.
Ahora pesa 285 kilos y ha comenzado a recuperar su vida. Por lo menos, ahora puede pararse, algo que parecía imposible hace un año.
"No había tenido sexo en tres años, pero lo hicimos seis veces", comentó encantada Pauline al sitio de la revista Closer.