Los cipreses además de embellecer la naturaleza son guardianes de los bosques porque sirven para evitar los siniestros en las áreas naturales.
Este tipo de árboles son el escudo de una superficie de 8,892 metros cuadrados en Valencia y Castellón (España) pues los han convertido en una barrera natural que evita la expansión de las llamas.
Miembros del departamento de Árboles Monumentales de la empresa pública de la Diputación de Valencia (IMELSA) se encuentran en investigaciones sobre la función de los árboles como protección de los bosques contra los incendios.
La referida entidad realizó un estudio en la localidad española de Andilla donde revela que el 90 por ciento de esta especie sobrevivió a la quema de bosques.