Wilmar Valencia, entrenador del equipo huanca, se quejó ante el árbitro Georges Buckley una vez finalizado el partido
Como dice la letra de una canción refiriéndose a las cosas de la vida, “la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida”, en el fútbol, ámbito importante para muchos en su quehacer cotidiano, las sorpresas no es algo que se hace extrañar. Lo que sucedió en el partido entre Universitario de Deportes y el Sport Huancayo así lo demuestra.
Cuando corría el tiempo adicional del encuentro disputado en el Estadio Monumental de Ate, el cuarto árbitro Luis Garay, cosa inaudita, no aceptó la boleta de ingreso al campo de juego al tercer cambio del equipo huanca. Ya se pueden imaginar la que se armó en el banco del Sport Huancayo.
Un griterío, empujones, mejor dicho empellones, protestas, ante la decisión del cuarto árbitro de no permitir el ingreso del refresco huancaíno. El entrenador huanca, Wilmar Valencia, se quejó ante el árbitro Georges Buckley una vez finalizado el encuentro en el que el cuadro huancaíno se impuso por 1 gol a 0 al dueño de casa.
Trasciende que el cuarto hombre de negro consideraba sustentando su decisón que el ingreso de la tercera variante del equipo del centro, de ahí lo sorpresivo e inaudito, se hacía con el solo propósito de dejar pasar el tiempo.