Zlatan Ibrahimovic demostró por qué es uno de los mejores jugadores del mundo marcando cuatro goles y darle la victoria por 4-2 a Suecia ante Inglaterra en la inauguración del nuevo estadio nacional, el Friends Arena. Además se "mandó" con el que podría serel mejor gol del año.
Ibrahimovic encarnó el espíritu irreductible de este conjunto nórdico, que hace muy poco ya protagonizó una espectacular reacción en Alemania, donde empató tras ir perdiendo por 4-0.
En esta oportunidad la remontada fue de menor calibre, tan solo iba 1-2 por detrás, pero por momentos los ingleses, que hace medio siglo que no ganan a domicilio a los suecos, tuvieron perfectamente controlado el partido.
El mérito de Ibrahimovic y sus compañeros fue de nuevo otra vez el no rendirse, el mantener intacta la moral a la par que su rival, ya sin su capitán Steven Gerrard en el campo en su partido 100 con la selección absoluta, perdía el sitio y el control.