Uno de los mayores problemas de la economía es la falta de “información perfecta”. Es decir, solo algunos agentes económicos tienen acceso a esta información, provocando desequilibrios y “fallas” de mercado que originan excesos de oferta, “cuellos de botella” y problemas de escasez que a la postre generan desigual distribución de la riqueza.
No hemos estado ajenos a esta realidad, y un sector donde más se puede confirmar ese desequilibrio es el agrario, en el que una población rural se ve relegada a un segundo plano, en todos los procesos de crecimiento que el Perú experimentó.
Felizmente existe una gran herramienta que fue usada en muchas economías del mundo, como Japón y los “tigres asiáticos”, para alcanzar el camino del crecimiento con distribución equitativa, y esta planificación indicativa, entendida como la formulación de un plan orientado a bajar la incertidumbre y hacer más democrático el acceso a la información en los mercados.
Un ejemplo de esa política de estado es Sierra Exportadora (SIEX) que tiene como misión “promover, fomentar y desarrollar actividades económicas productivas en la sierra, que permitan a los productores articularse competitivamente a mercados nacionales e internacionales”, posibilitando el desarrollo del sector agroindustrial que concentra el 65% de las pequeñas empresas exportadoras.
Los objetivos del programa van desde elevar la productividad y diversificación de productos andinos, hasta la promoción de mercados y nuevas inversiones, facilitando el acceso a servicios financieros a través del desarrollo de planes de negocio.
A esta iniciativa se sumarán los resultados del Censo Nacional Agrario y a partir de ese momento nuestro país contará con una “carta de navegación” que le permitirá alcanzar el puerto deseado: el del crecimiento con distribución equitativa de nuestra riqueza (Con información del diario La República).