El seleccionado de la sub 20, Cristian Benavente, pasó su primera Navidad lejos de sus familiares, aunque es difícil para un joven de su edad aunque sabe que es por un propósito mayor: llegar a la Copa del Mundo Turquía 2013.
"Cuando acepté jugar por la Sub-20 lo tenía muy claro que debía estar en Perú, lejos de mi madre y mi hermana, por eso viajé con mi padre (Agustín) y nada, recibí las 12:00 con él, mi abuelo y mis primos, en mi casa peruana", confesó a un diario local.
"Frente al Niño Dios, rezamos y le pedí que mi familia esté bien y que clasifiquemos al Mundial, eso lo sabemos todos en la selección. Patrón, Béjar, Tapia, Polo, Claudio y todos los chicos hemos hecho esa promesa y podemos lograrlo con mucho trabajo. Por mi lado, yo en lo mío, entrenando, asistiendo o haciendo goles", concluyó el prometedor jugador.