El partido amistoso entre Milan y el Pro Patria quedó suspendido en el minuto 26 luego de que los jugadores del conjunto "rossonero" decidieran retirarse por los insultos racistas que recibieron de los aficionados locales.
Tras el incidente, el capitán de este equipo, Massimiliano Allegri, ordenó a sus compañeros que abandonaran el campo y afirmó que "esta clase de comportamientos no se pueden tolerar".
Según relatan los medios italianos, el ambiente se fue calentando desde el comienzo del partido cuando algunos de los aficionados del Pro Patria comenzaron a insultar desde las gradas a los jugadores de color, al delantero francés MBaye Niang, al centrocampista holandés Urby Emanuelson y al centrocampista de Ghana Boateng.
Boateng respondió a los gritos de los aficionados locales lanzándoles el balón y se encaró a ellos arrancándose la camiseta.