El delantero peruano Paolo Guerrero no solo está feliz por el gran momento que vive en el Corinthians, sino por la visita de su hijo Diego Enrique en las prácticas del "Timao".
El motivo quizás radica en que se busca la hermandad entre los miembros del equipo y sus familias, con lo que pretenden repetir el título de la Copa Libertadores y el Brasileirao.
El peruano es una de las piezas claves de Tite para repetir el plato y volver a disputar el Mundial de Clubes donde el "Depredador" fue figura.