Parece una escuadrilla de "drones", pero en realidad son pequeños calamares que vuelan a más de 11 metros por segundo para huir de sus depredadores.
Estos moluscos salen eyectados del mar lanzando un poderosos chorro de agua a presión, antes de desplegar de inmediato sus aletas a modo de alas.
La velocidad de estos calamares es aún mayor que la del hombre más rápido de la tierra: Usain Bolt recorrió 10.31 metros por segundo durante los Juegos Olímpicos de Londres en 2012.
"Hasta ahora, solo había testimonios y rumores, y nadie sabía exactamente cómo hacían estos animales para volar, pero al fin tenemos la prueba", relató Jun Yamamoto, de la universidad de Hokkaido.
Según el propio Yamamoto, permanecen en el aire durante unos tres segundos, recorriendo una distancia de aproximadamente 30 metros.