Japón reconoció hoy que permite la caza de ballenas para la producción de alimentos, y no con fines de investigación. El país nipón también sostuvo que nunca abandonará esta práctica.
Por su parte,la Comisión Ballenera Internacional (CBI) prohíbe la caza de ballenas, especialmente a los que mantienen esta práctica -Japón, Noruega e Islandia-, aunque las decisiones de la CBI no tienen un carácter vinculante para todos los países.
Se espera que en la ONU se aborde este tema que afecta el ecosistema marítimo.