El Gobierno debe apoyar las propuestas de la Comisión Europea para limitar el uso de insecticidas por matar a las abejas, advierten los conservacionistas.
Los conservacionistas han solicitado esta medida tras dirigirse a la fuerte disminución de la población de abejorros y abejas de miel en Gran Bretaña.
Los expertos de los Estados miembros de la UE tienen previsto reunirse con planes de debate para duras nuevas restricciones a los pesticidas neonicotinoides, los cuales se han encontrado en varios estudios científicos que tienen un efecto perjudicial sobre las abejas.
Sin embargo, la Unión Nacional de Agricultores ha advertido que la prohibición le costaría a la economía del Reino Unido hasta £ 630 millones al año, y Owen Paterson, el Secretario de Medio Ambiente, dijo que se necesita más investigación.
En una carta al Daily Telegraph, figuras destacadas de los grupos de fauna, entre ellos Andy Atkins, director ejecutivo de Amigos de la Tierra, y Martin Harper, director de conservación de la RSPB, instan al Gobierno a apoyar la prohibición de los neonicotinoides.
Ellos escriben: "Somos conscientes de las preocupaciones sobre los posibles impactos sobre los agricultores de dichas restricciones. Sin embargo, estas no son razones para no actuar.
"Hacemos un llamamiento a los gobiernos y la industria para trabajar con los agricultores para ayudarles a hacer la transición vital lejos de los neonicotinoides a los medios más sostenibles de control de plagas, incluyendo la adopción de alternativas menos dañinas y no químicas que ya existen".
Los conservacionistas también han pedido a los Ministros para elaborar un "plan de acción abeja" para hacer frente a la fuerte caída en la población de abejorros y abejas en Gran Bretaña, lo que podría tener graves consecuencias para la polinización de frutas y verduras.
Un portavoz del Departamento de Medio Ambiente y Alimentación dijo: "Tomamos la salud de las abejas muy en serio y estamos considerando actualmente la propuesta de la UE. Cualquier decisión que tome estará basada en la evidencia científica y, si se concluye que las restricciones sobre el uso de los neonicotinoides son necesarias, serán llevadas a la acción".