Pese a que siempre se le vio sonriente hasta cuando fallaba goles, esta vez Claudio Pizarro demostró que es un ser de carne hueso al derramar varias lágrimas en los últimos minutos del Perú-Chile, jugado el viernes en el Estadio Nacional.
Tras ser sustituido por Yordy Reyna, el “Bombardero de los Andes” vivió de manera intensa las postrimerías del duelo, llorando de la emoción cuando su colega Jefferson Farfán desató el delirio en el “José Díaz” con su tanto.
“Era el triunfo que necesitábamos”, dijo el artillero del Bayern Munich con los ojos humedecidos.