Nuevo contratiempo para el Maracaná, el mítico estadio de Rio de Janeiro modernizado para el Mundial 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016 (78 mil espectadores).
Veinticuatro horas después que el gobierno de Rio de Janeiro había atribuido la gestión del recinto por 35 años a un consorcio de empresas brasileñas, el Consorcio Maracaná
liderado por la empresa Odebrecht, y que cuenta con IMX, del empresario Eike Batista, y AEG, un juez bloqueó este viernes la firma oficial del contrato debido a “ilegalidades” en el proceso de licitación.
El otro consorcio en liza, que incluía en particular a la empresa francesa Lagardère, además de Constructora OAS y Stadion Amsterdam, decidió no presentar ningún recurso” según el comunicado del gobierno regional que anunciaba la victoria de su competidor.
El nuevo Maracaná fue escenario de su primer encuentro el 27 de abril, pero los trabajos en curso impedirán que el segundo encuentro se lleve a cabo el 15 de mayo como estaba previsto.