La cosa se ha puesto color de hormiga en Brasil debido a que las manifestaciones multitudinarias de protesta continúan en las principales ciudades del coloso de América del Sur, al punto que la primera de las semifinales a disputarse en el Estadio Minerao de Belo Horizonte el miércoles 26 de junio a las 4 pm entre los combinados nacionales de Brasil y Uruguay corre el peligro de no llevarse a cabo debido que una concentración, a la que podrían acudir 100 mil personas, se llevará a cabo al mismo tiempo en la ciudad.
Tal como informó el diario brasileño Lancenet en su portal, la policía de Minas Gerais ha pedido que se suspenda el partido, señalando que la “MP sugiere que el gobierno cancele el encuentro entre Brasil y Uruguay”, debido, agrega el diario, al hecho que existe “La posibilidad de que la autoridad pública no esté en condiciones para salvaguardar la seguridad de los espectadores ha motivado esta decisión”. Otra opción, aparte de la suspender el partido, podría ser la de cambiar de escenario.