La selección brasileña entonces se adelantó en el marcador y enloqueció a las doscientas mil personas colmaban las graderías del Maracaná. Sin embargo, Uruguay no se amilanó y acabó sorprendiendo a los dueños de casa en un partido que pasaría a la historia junto con sus principales protagonistas, como los uruguayos Alcides Ghiggia y Obdulio Varela, el portero Barbosa y el propio estadio, que venía de ser inaugurado.
“Nunca vi a nadie tan triste como la afición brasileña después de aquella derrota” fue una de las frases de Ghiggia , quien añadiría más tarde “solo tres personas han logrado con un simple gesto silenciar a un Maracaná con doscientas mil personas: Frank Sinatra, el Papa Juan Pablo II y yo”.