Señalando que "lo que quería era comunicarles que de común acuerdo con el club hemos dejado de ser los entrenadores del Barcelona. Lamento profundamente no haber alcanzado los objetivos que el club había trazado en el inicio de temporada", el argentino Gerardo “Tata” Martino puso punto final a su tarea al mando del club catalán.
Se salda así una temporada en la que el Barcelona solo hizo suyo un título menos, a saber el de la Supercopa de España, dejando escapar, in extremis, la Liga, tras el empate a 1 gol logrado ante ahora campeón Atlético de Madrid, que durante esta temporada se convirtió en el cancerbero del club al que Martino legó en sustitución del desaparecido Tito Vilanova.
Nueves meses tan solo duró la incursión del coach argentino en la escuadra en la que evoluciona Messi, Iniesta, Xavi y otras estrellas, un equipo que tenía todo, pero que perdió todo a causa de un banquillo que no logró hacer la transición entre la edad de oro de Guardiola y un periodo de nuevos éxitos que se muestra elusivo al club engreído en Catalunya.