Este domingo en París, el español se reencontró con lo mejor, tal como lo hizo a lo largo de los internacionales de Francia, con su mejor tenis, y dio cuenta de su archirival, el serbio Novak Djokovic, y consquistó de esa manera su noveno título de Rolland Garros. Y convertirse además en el único jugador en haber levantado por cinco veces consecutivas este trofeo.
Este domingo Rafael Nadal se convirtió en una verdadera muralla para un Novak Djokovic que a medida que avanzaba el encuentro iba empequeñeciendose ante un rival que lo apabullaba, y que después de conceder el primer set no se detuvo hasta hacerse de la victoria (3-6, 7-5, 6-2, 6-4).
Rafael Nadal se mostró una vez más intratable, tal como sucedió ante Murray en semifinales, y dio cuenta con muy poco tramite de un Djokovic cuyo rostro denotaba desesperación ante el vendaval que era su rival de todas las batallas. Y que se dio cuenta que un set no era suficiente para vencer al español, y que por el contrario tenía que hacer el match perfecto continuando con sus respuestas punzantes y sorprendiendo a contrapié con sus reversos al ibérico.
En verdad, el punto del encuentro se jugó en el segundo set cuando Nadal igualó a 4-4. Para ese momento Djokovic era casi la sombra de él que había sido en el primer set. Es ahí cuando Djokovic colapsa. A partir de ese momento no pudo recuperar el liderazgo ante un Nadal que no le dio respiro.