El Barcelona mordió el polvo de la derrota, y vaya que lo mordió, pues esta vez cayó en el Camp Nou frente al Celta de Vigo, por la mínima diferencia. El 1 a 0 es la segunda derrota consecutiva en la Liga BBVA. Un golpe duro cuya factura es la perdida de la punta del torneo. Es más, aunque por el momento, ha sido relegado hasta el tercer lugar.
Fue un equipo desordenado en la primera etapa, no menos en la segunda, carente de precisión a la hora de definir, y falto de fluidez, que concedió el juego ante su propio público frente a un equipo que en forma oportuna se apoderó del balón y creó peligro en el arco de los blaugranas, quienes pagaron caro las tres ocasiones que finalizaron con un golpe del balón en el travesaño.
Los visitantes que tuvieron en su portero Sergio el primer obstáculo a las arremetidas de Neymar y Suárez, pusieron gracias a las embestidas de Nolito y Larrivey en dificultad a la portería defendida por Claudio Bravo, quien pese a estirarse nada pudo hacer para evitar que el segundo, servido magistralmente de taco por el primero de los nombrados, vulnerase su portería a los 54 minutos.
La cosa sin duda se ha complicado para el Barcelona.