Se sostiene que la ejecución del plan, a cargo del sucesor de Barack Obama, permitirá reducir, en comparación a los datos de 2005, la muertes prematuras en un 90 por ciento para el 2030. Asimismo permitirá disminuir en un 70 por ciento los problemas respiratorios en los niños.
“Somos la primera generación que siente las consecuencias del cambio climático y la última que tiene la oportunidad de hacer algo para detenerlo”, dijo Barack Obama este lunes 3 de agosto en la Casa Blanca en el marco de una ceremonia en la que presentó su plan de miras a limitar las emisiones contaminantes de las plantas generadoras de energía.
Es una “obligación moral” de su administración en aras de enfrentar a “la mayor amenaza” a la que se confrontará la humanidad en el futuro señaló Obama. Añadiendo que “Este es uno de esos problemas que por su magnitud, si no lo hacemos bien, no podremos reaccionar ni adaptarnos. Cuando hablamos de cambio climático, existe la posibilidad de llegar tarde”.
“La ciencia nos dice que debemos hacer más si queremos salvar nuestra economía y la salud de nuestros hijos”, enfatizó Barack Obama. Señalando que al hablar del cambio climático “Ya no estamos hablando del futuro, sino de la realidad que vivimos aquí ahora”. Recordando que los EEUU han sufrido los embates del incremento de la temperatura promedio global a nivel planetario y el hecho de que en el 2014 la temperatura global superó todos los records históricos.
En la ceremonia, en la que estuvo acompañado de la directora de la Agencia de Protección del Medioambiente (EPA), Gina McCarthy, el presidente estadounidense anunció el plan de mayor alcance hasta ahora propuesto: equivalente a los 8.800 millones de dólares anuales hasta 2030. El coloso del norte de América se compromete que antes del 2030, con respecto a los niveles de 2005, la Unión reducirá en un 32 por ciento las emisiones de gases contaminantes de sus plantas energéticas. Aumentando al mismo tiempo, en un 28 por ciento, la utilización de las energías de carácter renovable.