Roxana Rondán es propulsora del Slow Food de Carlo Petrini y presidenta de Agape, Associazione Gastronomica Perú.
Quizá para muchos en nuestro medio, el nombre de Roxana Rondán, no tenga la trascendencia que si tiene en la ciudad italiana de Turín. Y es que salió de nuestro país siendo muy joven aún y emigró hace 28 años hacia Italia, lugar en donde forjó sus sueños a base de gran esfuerzo y sacrificio.
Dueña de gran energía, esta emprendedora mujer, se formó en gastronomía, inicialmente, en la ciudad de Milán, donde asistió a cursos de cocina italiana, que fueron enriqueciendo su interés y perfeccionando sus técnicas. Aquí en Lima creció en una familia de comerciantes, en donde los productos alimenticios no le eran extraños. Su madre, fue su primera maestra y de quien heredó el gusto y el buen paladar.
Contar su historia es adentrarse en los detalles de muchos de nuestros compatriotas que partieron con sueños y lograron cristalizarlos. Ella hizo lo propio. Actualmente junto a su esposo, también peruano, son propietarios del Restaurante La Rústica, que deleita a sus comensales con una carta peruana y en donde a la hora de almuerzo recibe la visita constante de peruanos y latinos que gustan de su sazón. Mientras que por la noche, la cena, algo más sofisticada, tiene como clientes a peruanos e italianos, que con copa de vino en mano, degustan la variedad de platos que presenta a diario.
Roxana Rondán tiene mucho que contar, su visita en Lima, la puso cara a cara con el evento gastronómico más importante de nuestro calendario: Mistura 2015, le ha permitido intercambiar experiencias con cocineros peruanos que han compartido con ella algunos tips que, seguramente, pondrá en práctica en su restaurante. La cocina piurana, las brasas y las técnicas que se emplean, han llamado particularmente su atención, y sin duda, llevará lo aprendido, para seguir conquistando el paladar de sus comensales.
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