Sábado 04 de mayo 2024 | Contáctenos
El cobre, como metal servicial, está presente en monedas, tornillos, en fertilizantes y pesticidas, se transforma en máquinas y herramientas, está en las nuevas aleaciones de alta dureza o de alta conductibilidad, en los conductores. Sin embargo, su presencia es débil en el sistema más importante de todos: el cuerpo humano.
Según el doctor Manuel Olivares, investigador del INTA, (Instituto de Nutrición y Tecnología de los alimentos de Chile) y quien ha publicado numerosos trabajos científicos, señala que el cobre es esencial porque forma parte de algunas proteínas que se necesitan para llevar a cabo procesos indispensables para mantener vivo al organismo. “En el hombre, las enzimas dependientes de cobre son vitales durante el desarrollo embrionario y cerebral. Más tarde participan activamente estimulando el crecimiento de los niños y los mecanismos inmunológicos de defensa” afirma el investigador.
El metal rojo es fundamental para la vida humana, ya que cumple tareas importantes como la prevención de anemia y enfermedades óseas, detención de daño celular, promoción de un desarrollo fetal adecuado, entre otras.
Es por esto que los alimentos chatarra están lejos de ser una buena alternativa a la hora de decidir qué refrigerio poner en las loncheras de los niños, por ejemplo. Altas cantidades de grasas y calorías, no contribuyen al crecimiento y salud de los menores. Mientras tanto, los alimentos ricos en cobre según Olivares, contribuyen activamente a evitar la anemia (facilitación de la absorción y utilización del hierro) como también ayuda al cuerpo a producir energía.
Otra función del cobre es colaborar a mejorar la calidad de los tejidos y la piel, resistencia ósea, así como la cicatrización, al mismo tiempo participa en la síntesis de algunas hormonas (insulina) y neurotransmisores (necesarios para el funcionamiento del sistema nervioso) y mantiene niveles adecuados de colesterol, entre otras cualidades”, afirma el facultativo.
Entre los alimentos ricos en cobre que se pueden incorporar a la dieta se cuentan: avenas, maní, castañas, pollo en sánguches, nueces, legumbres, huevo, almendras, mariscos, champiñones, entre otros (ver tabla alimentos ricos en cobre).
Desde la experiencia de Olivares, “actualmente diversos centros de investigación de las más distinguidas universidades están estudiando un amplio espectro de beneficios potenciales para la salud, incluyendo el efecto del cobre en el desarrollo fetal, osteoporosis, reparación ósea, reparación de tejidos, tratamiento del cáncer y enfermedades cardiovasculares, y el crecimiento”, finaliza el especialista.
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