Todos los 21 de octubre se celebra el Día Mundial del Ahorro energético. El objetivo es concientizar a la sociedad acerca del uso de la electricidad, sobre todo al hacer un uso adecuado de los recursos energéticos sin comprometer la calidad de vida de las futuras generaciones, preocupándose por la preservación de la vida en el planeta y de los humanos.
El mundo moderno se caracteriza por el gran desarrollo industrial y tecnológico. La electricidad, el gas y los combustibles que utilizamos diariamente se originan por procesos que generan contaminación al ambiente y consumo de recursos naturales. Los grandes avances en las telecomunicaciones, así como la producción de artefactos y utensilios domésticos de alta tecnología, funcionan gracias a la energía eléctrica, que se obtiene tanto de la fuerza hidráulica (hidroeléctrica) como del petróleo (termoeléctrica).
La naturaleza provee las principales fuentes de energía que mueve nuestro mundo, pero en la medida que su explotación cada vez es más progresiva implica un agotamiento de ellas, es necesario darles un uso racional y en correspondencia con las necesidades sociales y también ambientales. Por lo tanto, es preciso crear conciencia en la población tanto de los beneficios que nos da la energía eléctrica así como de sus límites, que pueden sorprendernos en la medida en que hagamos mal uso de sus propiedades técnicas.
El cobre, un material sostenible en el tiempo
El cobre, siendo una materia prima 100% reciclable, permite ser reutilizado todas las veces que se desee sin perder ninguna de sus propiedades.
Cuando los productos de cobre llegan al final de su vida útil, el metal sigue manteniendo íntegras sus propiedades físico-químicas y puede por lo tanto ser totalmente reciclado para convertirse otra vez en una nueva materia prima, contribuyendo de este modo a preservar los recursos naturales mundiales. Se estima que aproximadamente un 80% del cobre explotado a lo largo de la historia está todavía hoy en uso, después de haber sido refundido y transformado en diversas ocasiones.
Un estudio realizado por la International Copper Study Group (ICSG) sobre el consumo del cobre en Europa en 2012 reveló que el continente reutilizó alrededor de 2,1 millones de toneladas del metal provenientes de aparatos electrónicos y residuos reciclados en plantas. Gracias a ello se logra un importante ahorro de energía ya que el proceso de elaboración de cobre, a partir de material recuperado, requiere un 85% menos de energía que el cobre que se produce por primera vez.
A nivel mundial, el reciclaje del cobre entrega un ahorro considerable de recursos y de emisiones de CO2 a la atmósfera: para la obtención del metal rojo reciclado se requiere un 85% menos de energía eléctrica (100 millones de MWh) que para su producción por primera vez y además se evita la emisión de 40 millones de toneladas anuales de CO2 a la atmósfera.
El cobre está presente donde quiera que miremos, constituye una parte fundamental de todo lo que nos rodea. Sus propiedades hacen que sea el material ideal para trabajar en el desarrollo de tres áreas fundamentales para la vida humana: energía sustentable; tecnología; salud y medio ambiente.
. El cobre es 100% reciclable, lo que implica que:
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El cobre participa en la energía solar, eólica y otras. Su activo rol se debe a que es uno de los mejores conductores de electricidad. Su bajo impacto ambiental y sus excelentes propiedades eléctricas y térmicas cumplen perfectamente las necesidades de energía limpia, agregándose que es un metal 100% reciclable.