La construcción de espacios saludables en las escuelas, universidades, barrios y centros de trabajo contribuyen con la salud mental; ayudando a prevenir problemas como la ansiedad, la depresión y las adicciones, y promoviendo el desarrollo de las capacidades y potenciales de las personas; afirma la psicóloga social comunitaria Jacquelinee Rojas, coordinadora de Psicología de la Universidad Privada del Norte (UPN).
De acuerdo a un estudio elaborado por el Instituto Nacional de Salud Mental en el 2015, el 30% de los peruanos padece de alguna enfermedad mental y casi el 80% se encuentra expuesto a alguna de ellas.
“Las personas que habitan en familias disfuncionales, en barrios con alto índice de criminalidad, en escuelas con presencia de bullying y/o en centros de trabajo con condiciones inadecuadas, son más vulnerables a padecer algunas de estas enfermedades mentales. Los problemas sociales como la violencia, discriminación y criminalidad afectan a todos los peruanos, dificultando el desarrollo de nuestro país”, explicó la especialista.
Según la psicóloga, el bienestar mental requiere no sólo un trabajo con las personas, sino también con las políticas públicas, las cuales deben contribuir con la construcción de espacios saludables, en coherencia con un Estado democrático que garantice el bienestar de sus ciudadanos.