La fiebre del oro desatada entre 2006 y 2015 en Madre de Dios ha ocasionado que se vuelva el segundo punto más importante de deforestación por minería aurífera en bosques tropicales húmedos de América del Sur, según señala la publicación “Políticas de pequeña minería y deforestación: el caso de Madre de Dios” escrita por Lenin Valencia.
La región abarca una extensión de 85 mil km2, de los cuales casi el 60% del territorio está categorizado como Área Natural Protegida, zonas intangibles donde la minería ilegal ya ha ingresado afectando terriblemente sus ecosistemas, flora y fauna.
Para tratar de controlar la situación, en los últimos años el Gobierno ha impulsado un proceso de formalización de mineros informales – entre otras acciones – pero no han tenido resultados exitosos. A la fecha 4 000 mineros en Madre de Dios y 60 000 en todo el país aún no han concluido su proceso de formalización.
Lenin Valencia, investigador de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA), recomienda ir más allá del eje de formalización y establecer una línea de asistencia técnica para la pequeña minería, condicionada al logro de metas en gestión social y ambiental,
Además, Valencia indica que se debe dar prioridad a procesos de ordenamiento territorial en la zona y la creación de un registro unificado de otorgamiento de concesiones para evitar superposiciones en zonas donde sea económica y ecológicamente inviables.
Puedes leer estas y otras propuestas para mejorar la situación de Madre de Dios de forma gratuita en el siguiente enlace: http://www.spda.org.pe/wpfb-file/politicas-pequencc83a-mineria-mdd-6-hxh-pdf/