Joachim Löw ha elegido permanecer como entrenador del equipo nacional alemán a pesar de una debacle histórica en la Copa del Mundo en Rusia, informan los medios alemanes.
El seleccionador ganador de la Copa del Mundo no abandonará su puesto a pesar de que la selección alemana se cayó del torneo 2018 en la fase de grupos, informaron el martes Bild y Süddeustche Zeitung.
La Asociación Alemana de Fútbol (DFB) aún no ha confirmado la decisión. El entrenador, que ganó la Copa del Mundo con Alemania en 2014, firmó un contrato con la DFB antes del torneo de este año para permanecer como entrenador hasta 2022.
La SZ informa que el comité ejecutivo de la DFB decidió quedarse con Löw durante una conferencia telefónica el viernes pasado.
Después de la derrota ante Corea del Sur en el último partido de grupo que empujó a Alemania a través de la puerta de salida, Löw dijo que era necesario tomar "medidas de gran alcance" para volver a encarrilar al equipo.
El entrenador reemplazó a Jürgen Klinsmann como entrenador en jefe en 2006 y guió a sus equipos hasta al menos las semifinales en cada torneo hasta 2018.
Los jugadores veteranos Sami Khedira, Toni Kroos y Thomas Mueller le han dado su apoyo a Löw, pero todos podrían enfrentar el hacha después de la eliminación.
Sin embargo, hay informes de descontento entre otros jugadores con Löw.
El diario FAZ, con sede en Frankfurt, citó a los jugadores anónimos de Alemania que dijeron que el equipo estaba profundamente dividido entre jugadores mayores y más jóvenes en Rusia.
También hubo resentimiento por el estatus especial dado al capitán Manuel Neuer.
El portero jugó los tres partidos del grupo, por delante de la estrella del Barcelona Marc-Andre Ter Stegen, a pesar de que Neuer acababa de regresar de los ocho meses que estuvo fuera debido a una fractura de pie.
Eso fue "un problema para algunos jugadores" ya que Löw había dicho que solo usaría a aquellos que jugaban bien regularmente.
Otras quejas incluyen Löw dando prioridad a los jugadores establecidos, la elección de la base de la Copa del Mundo aislada de Alemania en el sudoeste de Moscú y el manejo deficiente del escándalo previo a la Copa Mundial que involucra a Mesut Ozil e Ilkay Gundogan.
Su lealtad a Alemania se puso en tela de juicio en la víspera de la Copa del Mundo después de reunirse con el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, a quien Gundogan presentó con una camiseta firmada "a mi presidente".
Ambos jugadores fueron abucheados por fanáticos alemanes durante los amistosos previos a la Copa del Mundo, que eclipsaron los preparativos para la final.
Ozil se negó a comentar sobre la controversia durante la Copa del Mundo, mientras que Gundogan dio una entrevista única en la que dijo que el furor fue "una experiencia difícil".