Agua purificada: solución para prevenir enfermedades estomacales en el hogar

Una de las principales causas del padecimiento de enfermedades estomacales está relacionada con el mal hábito en la alimentación, principalmente cuando se ingieren alimentos y/o bebidas que no cumplen los estándares higiénicos necesarios; ello relacionado al consumo directo del agua. Esta situación no solo se genera en establecimientos externos -donde muchas veces no suelen lavar adecuadamente los alimentos o el agua que usan está contaminada- sino que incluso sucede en el propio hogar.

Y es que el agua contaminada -consecuencia de tuberías rotas o conexiones clandestinas- contiene microorganismos como bacterias, virus y otros gérmenes que son los principales portadores de problemas gastrointestinales o diarreas. Por ello, los expertos en salud han advertido desde hace mucho, no lavar las frutas y verduras con agua directamente del caño, sino con agua tratada o desinfectada con gotas de lejía, además de hervir el agua que va consumirse en el hogar.

Si bien estos consejos han sido útiles en el hogar, en la actualidad existe una solución tecnológica y económica para evitar tener agua contaminada en casa. Se trata de lo purificadores de agua, aparatos que sirven para limpiar el agua del caño de  todas las impurezas que contiene; éstos se colocan directamente en el grifo y gracias al filtro que contienen limpian el agua de microorganismos y bacterias, así como de agentes dañinos, suciedad y sustancias indeseadas.

“Los purificadores permiten a las personas beber agua sin poner en riesgo su salud, aumentando la seguridad y disminuyendo el riesgo de padecer enfermedades o infecciones por la ingesta de agua contaminada.”, comentan los especialistas de la División de Purificación de 3M Perú.

Además, recomiendan un purificador de tecnología avanzada que garantice la salud de las personas, e incluso el confort de quienes usan este sistema: “Un purificador basado en tecnología IMPACT, cuenta con una triple etapa de filtración. Lo que permite, además de eliminar partículas, sedimentos y cloro; la eliminación de bacterias, quistes, compuestos orgánicos volátiles e incluso, algunos metales pesados como el mercurio y el plomo que son perjudiciales para la salud”.