De acuerdo al texto de la declaratoria de Emergencia Ambiental, la empresa española Repsol debe hacerse cargo de un plan de acción inmediato con miras a limitar los daños del derrame de por lo menos 6000 mil barriles de crudo petróleo frente al distrito de Ventanilla, región Callao, y que ocho días después de producido azota las costas de la región Lima.
"Identificar y limpiar las zonas contaminadas", "proteger la fauna", "contener el vertido de petróleo", he ahí las tareas que el Gobierno quiere imponer a la empresa Repsol en medio del creciente temor que la marea negra se desplace hacia el norte del país.
Las autoridades peruanas basan sus exigencias en el hecho que el derrame de crudo de petróleo daña, entre otros espacios,dos áreas protegidas, poniendo en peligro la flora y la fauna de esos habitats.
De acuerdo al Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp), el manto de petróleo se desplaza impelida por el influjo de la corriente marina hacia el norte. Las áreas de la Reserva Nacional Sistema de Islas, Islotes y Puntas Guaneras (512 hectáreas) y la Zona Reservada Ancón (1.758 hectáreas), en esta forma, han sido afectadas.