La máquina estadounidense volvió a sellar un triunfo tranquilo y autoritario, esta vez ante Eslovenia por 99-77, en la ciudad turca de Estambul.
Con esto, logra su segunda victoria, tras dos partidos disputados, en el Mundial de Básquetbol, de Turquía, nuevamente con una gran efectividad ofensiva como clave del éxito.
Con estos dos triunfos, los estadounidenses, invictos en su preparación, han superado ya a dos de los equipos más fuertes de la llave, demostrando una gran superioridad técnica, una gran versatilidad con las rotaciones y una puntería temible desde la línea de tres puntos.